Preservar el buen estado de salud de nuestra mente y la claridad de la misma a la hora de elaborar nuestros pensamientos es fundamental para encontrarnos bien también en la vejez y conservar nuestra capacidad de autonomía.
Con estos cuatro ejercicios lograrás no perder la claridad mental en la vejez.
1. Texto de colores
Como puedes ver en esta imagen, hay una serie de palabras escritas con diferentes colores.
Empieza a decir en voz alta el color en el cual está escrita cada palabra. Hazlo hasta que llegues al final de la imagen y repite el mismo ejercicio en sentido contrario.
De este modo conseguirás ejercitar los dos hemisferios del cerebro que responden a la percepción del texto y del color.
Puede que te sea difícil en un primer momento pero será muy beneficioso para prevenir enfermedades como alzhéimer.
Hacer este sencillo ejercicio te ayudará a:
Establecer nuevas conexiones entre los dos hemisferios del cerebro.
Entrenar una serie de habilidades como la capacidad de concentración y el cambio de atención.
2. Tabla de Schulte
Para hacer este ejercicio, conocido bajo el nombre de la tabla de Schulte, tendrás que concentrarte en la cifra que hay en el centro.
Además de fijarte en el número 19 pero tendrás otro objetivo: encontrar el número 1 para proseguir con todos los demás números en orden ascendente.
Para ello lo mejor será que fijes tu mirada en cada nueva cifra encontrada.
Te puedes ayudar a resolverlo dibujando una tabla nueva con el orden aleatorio de las cifras y así te resultará más sencillo.
Entre los beneficios que obtendrás está el hecho de lograr aumentar la velocidad de procesamiento de la información, así como también desarrolla la visión periférica del cerebro.
3. Señas con los dedos
Haz un ejercicio sencillo con tus propios dedos. Consistirá en hacer, con los dedos de la mano derecha, el símbolo de la paz.
Al mismo tiempo, con los dedos de la mano izquierda, tendrás que hacer la señal de “ok”. Luego hazlo al revés y repite varias veces.
Cuando ya lo hayas hecho con las dos manos, tendrás que practicar este ejercicio simultáneamente.
De este modo lo que conseguirás será:
Aumentar y entrenar tu capacidad concentración.
Mejorar tanto la atención como la habilidad de pasar rápidamente de una tarea a otra.
Y es que ambos objetivos no siempre resultan sencillos, precisamente por una falta de sincronización.
4. Practica la escritura sincronizada
Practicar la escritura sincronizada puede serte de gran ayuda en este sentido, si lo que buscas es ejercitar tu memoria.
Para lograrlo debes tener 2 hojas de papel y un bolígrafo en cada mano.
Tendrás que empezar a dibujar figuras geométricas con ambas manos a la vez.
También puedes escribir letras o palabras de la misma longitud al mismo tiempo.
La clave es que sea de manera simultánea o el ejercicio no será válido.
Entre los beneficios que te reportará esta actividad está el hecho de lograr enseñar al cerebro a hacer varias tareas a la vez para activar ambos hemisferios al mismo tiempo.
Otros consejos
No está de más que entrenes tu mano no dominante.
Es decir, si siempre te lavas los dientes con la mano derecha, hazlo con la izquierda y al revés, para que el cerebro sea capaz de dar órdenes y llevar a cabo acciones diferentes a como lo hace siempre.
En este sentido también puedes ducharte y realizar otras acciones cotidianas con los ojos cerrados.
Cambia tu ruta cuando vas al trabajo, a la tienda u otros sitios que suelas frecuentar para activar de ese modo tu memoria.
Comer bien también es fundamental. La alimentación desempeña un papel importante a la hora de reforzar la memoria.
En este orden de orden de ideas, hay determinados nutrientes que ayudan al cerebro a trabajar bien.
Incluye en tu dieta alimentos ricos en fósforo:
Cacao en polvo
Yema de huevo
Pescado azul
Almendras
Productos lácteos
También debes consumir alimentos ricos en potasio:
Aguacate
Plátano
Germen de trigo
Naranja
Por último, no olvides incluir en tu dieta ingredientes ricos en magnesio:
Pipas de girasol
Cacahuetes
Soja
Cereales integrales
Además, también es muy importante dar al cerebro su aporte necesario de glucosa, ya que este es el motor de nuestro cerebro. Procura optar por aquellas fuentes de asimilación lenta.
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Fuente: mejorconsalud.com