Y perdóname que te hable así al comienzo, como si te faltara el respeto, pero todo lo contrario, ya sé que en tu época esto no era de uso frecuente pero los tiempos cambian y ahora el tutear hace la comunicación más fluida, mas armoniosa, y hasta nos permite encontrar las palabras más adecuadas para escribirte.
Vas a tener que perdonarlos, no te queda otra, ya hemos leído hasta cientos de veces de tus hazañas, hoy día, difícil de igualar, también tuvimos que soportar muchas mentiras de seudos historiadores que tomaron tu vida de cualquier manera menos la real, porque ninguno de ellos podría imaginar lo que te ha costado cada epopeya que emprendiste, cada batalla que libraste, cabalgatas interminables que te alejaron de la familia y de los pocos amigos que tuviste.
Vas a tener que perdonarlos, muchos, nunca te hicieron el honor de mencionarte, de recordarte como se debiera, solo te han hecho actos y fuiste parte de muchos álbumes de figuritas, sé que tu nombre debe estar ligado a casi todo lo que exista en este suelo, pero ese privilegio se lo han concedido a otros, humanos como tu pero despreciables por el poco merito que tuvieron para figurar junto a tu nombre.
Vas a tener que perdonarlos, porque nadie siguió cuidando a la patria como vos, al menos aquí, tal vez en otras tierras que liberaste te recuerden mucho más, aquí nadie supo cómo hacer para honrarte a pesar de que el tiempo les dio las herramientas para hacerlo.
Si vieras como esta cuidadosamente colgado tu retrato en cada oficina o dependencia oficial, si vieras por unos instantes que bien que hablan de vos cada vez que por estas fechas te recuerdan, pero todo se queda allí, en instantes….después el olvido y a seguir haciendo maldades.
Recuerdo en mi infancia como preparábamos este día, tu día, era un campeonato entre toda la comunidad educativa, participaban todos, desde los padres hasta los de guardapolvo blanco llamados con justa razón maestros, mi especialidad era el caballo, no sabes cómo lo dibujaba, luego venían otros con más habilidades y ponían tu rostro, siempre adusto, como impartiendo ese respeto que fue lo primero que hemos perdido como sociedad. El rol de nuestros padres era el de tenernos impecables para la tan honrosa ceremonia de celebrarte.
Un día como hoy partiste, no estabas aquí, te encontrabas muy lejos de esas tierras que libertaste, nunca pude explicarme porque siempre los grandes deben morir afuera de su patria, pero eso ahora no importa, es tiempo de disculpas y de perdones por olvidos u omisiones, al menos eso te debemos ya que sería muy difícil de comprender por qué no somos tan grandes como vos alguna vez soñaste.
Pero sabes qué? Tú hija siempre ha estado orgullosa de vos, mira…si tan solo hubiéramos puesto en práctica esas máximas que le regalaste, hoy todo sería diferente, pero tu bien sabes lo difícil que es hacer comprender al hombre ciertas reglas de la vida, porque eso es lo que has escrito, reglas sencillas y de fácil entendimiento.
Vas a tener que perdonarlos José, y soportar que te recuerden así, cada 17 de Agosto, con un acto, cantando el himno y recordándonos a todos lo grande que fuiste.
Julio Casati
Fuente: www.radiolashorascontadas.blogspot.com.ar