No existe un manual para criar a los hijos, ni tampoco es una tarea que se aprende en algún lugar. Simplemente cada padre lo hace lo mejor que puede, o al menos así debería ser. Sin embargo, hay personas que en lugar de educar, agreden y dañan física y psicológicamente a sus hijos para toda la vida.
Tal es el caso que hace algunos meses atrás se vivió en un reconocido centro comercial de Cleveland; una valiente mujer decidió tomar evidencia del maltrato al que estaba siendo sometida una pequeña a la vista de los demás consumidores e inmediatamente tomó las medidas necesarias para mostrar su indignación y lo dio a conocer a las autoridades.
La mujer a la que nos referimos es Erika Burch, la cual hacia las compras de su despensa en este supermercado ubicado en el estado de Texas, cuando se percató de que algo extraño estaba sucediendo con la pequeña.
La manera en que la niña caminaba le pareció muy extraña, daba los pasos muy justos y apresurados, un tanto erguida y con la cabeza pegada al carrito del mercado.
La pequeña estaba con su padre y podía mirar la manera poco común de estar caminado casi pegada al hombre
La señorita Burch decidió observar más de cerca la situación y cuál fue su sorpresa que la pequeña estaba siendo sometida por su padre, el hombre la arrastraba del cabello, el cual había envuelto en el mango del carrito y lo cubría con la mano derecha y jalaba de la pequeña al momento de caminar por el supermercado, es por eso que la niña había tomado esa postura tan incómoda.
Erika comentó en un noticiario que pudo escuchar como la niña protestaba y le pedía al hombre: “Ya suéltame, por favor, te juro que no lo voy a volver a hacer”.
Valientemente, esta mujer enfrentó al padre y le pidió de la mejor manera que dejara a la niña y que ya la soltara del cabello, sin embargo, el hombre le dijo que era asunto que no le importaba, que no se metiera donde no la llamaban.
Fue en ese momento que decidió tomar evidencia de lo que estaba pasando con el sujeto, tomó fotografías e inmediatamente habló a la seguridad del supermercado y a la policía de Cleveland para levantar la denuncia pertinente, al momento de estar hablando con los policías y relatar lo que había pasado con la niña, los agentes de la policía le dijeron que no se podía proceder en contra del hombre pues la niña no mostraba daños físicos en ninguna parte del cuerpo, además, los policías le dieron a entender a Erika que el padre podía hacer valer su autoridad y el derecho de hacerse respetar por su hija de la manera que mejor le conviniera mientras no existieran daños en la infante.
Fue entonces que buscó cómo evidenciar lo sucedido y compartió las fotos en las redes sociales y en cuestión de minutos se difundió por todas partes del mundo.
Éste acontecimiento ha llamado la atención de miles de ciudadanos de Estados Unidos que le han pedido a la policía retome el caso y que se castigue a este hombre, pues está siendo dañada psicológicamente.
Es muy gratificante que aun haya personas que buscan el bienestar de los demás y no dejan que estas injusticias sigan sucediendo, pues pudo haber sido muy fácil para ella dirigir su mirada a otro lado como lo hicieron los otros tantos que estaban en el supermercado y simular que no pasaba nada.
Tal vez no sea tu caso pero hay que ser un poco humanista y ayudar a quien necesite de nuestro apoyo, en muchas ocasiones hay personas que son sobajadas por su situación pero hay que ser empáticos a ellos.
Fuente: porquenosemeocurrio.net