A menudo las especies no muy comunes de la naturaleza pueden traer graves consecuencias para la salud de las personas si son consumidos desconociendo sus propiedades. Presta mucha atención a la descripción de este árbol mortal.
Hippomane Mancinella es su nombre científico pero es mejor conocido como ¨El árbol de la muerte¨ o ¨La manzanilla de la muerte¨, este árbol goza del privilegio de estar registrado en los Records Guinness. Este árbol crece en regiones costeras, sobre suelos arenosos de alta concentración salina. Se extiende desde Florida hasta Colombia y abunda en varias islas del mar Caribe, entre ellas la isla de Margarita en Venezuela.
La manzanilla de la muerte es un árbol que puede alcanzar los 20 m de altura si su fuste crece de forma recta, pero por su distribución costera no es raro que se desplome durante su crecimiento, adoptando una forma casi rastrera y sumamente tortuosa. El tronco y las numerosas ramas están cubiertos de una corteza gruesa y quebrada, de color gris. La copa es amplia y globosa.
Según los expertos, su nombre se deriva de la siguiente manera: Hippomane proviene de las palabras griegas hippo, que significa caballo, y mane de manía o locura.
Nombrada así por el filósofo griego Teofrasto (371a.C.-287a.C.) tras ver que los caballos se volvían locos luego de comerse la fruta de este árbol. Carl Linneo, padre de la taxonomía moderna, también nombró así al árbol en América.
Su fruta es similar a la manzana y posee un agradable aroma, con lo cual engaña fácilmente pero es mortal para los seres humanos y los mamíferos mientras que algunos reptiles se alimentaban de sus frutos y vivían en la copa de estos, así que su consumo está prohibido si no quieres padecer severas diarreas y extremos vómitos que terminen causándote la muerte.
Ardor, erupciones, ampollas e inflamación en la piel son las consecuencias que pueden sufrir las personas que simplemente froten este nocivo árbol.
Es recomendable no estar presente si uno de estos árboles llegara a quemarse pues el humo que desprendería podría provocar problemas respiratorios y para el peor de los casos, ceguera temporal.
En algún tiempo, el árbol de la muerte fue utilizado por los nativos para la cacería, con la savia cubrían sus flechas y luego cazaban. Además, en la época colonial fue utilizado para crear innumerables muebles.
Debido a las graves consecuencias que este le trae al ser humano, en su mayoría han sido cortados y ahora esta especie se encuentra en peligro de extinción. Si algún día llegas a toparte con uno no es necesario hacerle un mal, simplemente no te acerques a él y por nada del mundo vayas a consumir su fruta.
Fuente: porquenosemeocurrio.net