Un conferencista muy reconocido comienza su seminario
teniendo muy en alto un billete de 100 dolares.
El le pregunta a la gente:
"¿Quien quisiera tener este billete?"
Las manos comienzan a levantarse, entonces dice:
"Voy a darle este billete de 100 dólares a alguno de ustedes,
pero antes déjenme hacer algo con el."
El arruga entonces el billete con fuerza y pregunta:
"¿Aún quieren este billete?"
Las manos continúan levantadas.
"Bueno, de acuerdo, pero ¿que pasaría si hago esto?"
El bota el billete arrugado al piso y salta con los pies juntos encima,
espichándolo lo más posible y cubriéndolo con el polvo del piso.
Enseguida pregunta: "¿Quien quiere todavía este billete?"
¡Evidentemente las manos continúan levantadas!
"Amigos míos, acaban de aprender una lección...
poco importa lo que yo haga con este billete, siguen queriéndolo
porque su valor no ha cambiado, cuesta todavía 100 dólares."
"Piensen ahora en ustedes, en su vida.
Muchas veces se sentirán arrugados, rechazados,
ensuciados por la gente o por los acontecimientos."
Tendrán la impresión de no valer nada
¡pero en realidad su valor no habrá cambiado a los ojos de la gente que los ama!
El valor de una persona no depende de lo que uno ha hecho o no,
ustedes podrán todos los días volver a empezar y lograr sus objetivos
porque su valor intrinseco está siempre intacto.
Fuente: www.reflexiones-online.net