¿Estás pensando en montar una empresa o un negocio? Pero antes de lanzarte a la aventura, has de pensar muy bien muchas cosas aparte de lo que quieres hacer. Algunas de estas cosas seguramente ya las cepas y las hayas tenido en cuenta (quizá todas), pero nunca está de más revisarlas para saber si tienes más probabilidades de éxito o de fracaso y complementa la docena de problemas que podemos encontrar al montar nuestra empresa.
1. Tus aptitudes
¿Te has planteado si tienes la preparación necesaria para empezar? Si la tienes, perfecto. Sin embargo, si es un sector en el que has estado antes y vuelves, asegúrate de hacer un reciclaje previo. Si es un sector nuevo ara ti, asegúrate antes de formarte y tejer una red previa de contactos.
2. Tu actitud
Si eres una persona proactiva, seguramente no tengas ningún problema, sobre todo si eres inasequible al desaliento. Sin embargo, si eres una persona dispersa o cómoda, seguramente tengas otras opciones. Aunque el tiempo te convierte en proactivo
3. La competencia
Hoy día hay mucha gente en algunos sectores, pero quizá puedas aportar ese valor añadido que tu competencia no sepa aportar. A veces ese valor añadido puede ser una sonrisa y eso le basta a mucha gente. Ah, a la competencia no hay que despreciarla, que igual solucionan sus puntos débiles y te dejan fuera de juego
4. El mercado
¿Hay mercado para todo el mundo? Siempre lo hay, pero a veces éste es muy pequeño y tenemos que estudiar detenidamente si merece la pena entrar en él.
5. La localización
Si vas a montar un negocio en el que atiendas necesidades que pueden solucionarse a través de Internet, seguramente este punto no sea importante, pero si tu negocio se basa, por ejemplo, en atención personal, necesitarás una oficina accesible o un local en planta de calle, así como estar situado en un sitio en el que sea fácil que te vean. ¿Es tan importante esto? Pues sí, porque si vas a poner un negocio en un barrio de los más nuevos de tu ciudad, seguramente no entre ni un solo cliente y acabes cerrando. Caso real visto a 200 metros de mi casa.
6. Liquidez
Tienes que tener efectivo para tu día a día. ¿Por qué? Clientes que no te pagan, imprevistos, gastos corrientes. Si vas a lanzarte a la piscina, viene muy bien tener un dinero ahorrado que te ayude a no estar pendiente de determinadas circunstancias.
7. Define correctamente un horario
Si no quieres que tu horario te absorba, fija un horario de atención al cliente. Y, por supuesto, promociónalo a través de todos los medios posibles, incluyendo tu web si la haces.
8. Promociónate en función de tus clientes
En la era de las redes sociales, puede que éstas no sean la mejor forma de llegar a tu público o que, en el caso de profesiones reguladas, pueda suponerte algún problema.
9. Establece unas tarifas claras
Ten en cuenta que quien te va a pagar ha de saber perfectamente por qué te paga, especialmente en servicios. Te ahorrarás también problemas ante las autoridades de consumo
10. Cumple la ley
Esto puede parecer una obviedad, pero hay empresas que no lo tienen claro. Si tu negocio requiere de una autorización especial, adelántate y ten todo solucionado. Muchas veces una licencia puede hacer que tu aventura sea un infierno. Eso por no hablar de la legislación en materia de protección de datos, que te puede causar más de un quebradero de cabeza. Asesórate bien.
11. Prepara un calendario de eventos o ferias
Quizá podría ser parte del octavo punto, pero en determinados negocios estos eventos no son necesarios. Sin embargo, una buena fórmula para darte a conocer, ver tendencias o conocer a la competencia puede ser el ir a eventos sectoriales, en los que además aprenderás mucho (aunque sea viendo los errores de otros).
12. Piensa en crecer
Establece un pequeño plan de crecimiento creíble. Más que nada para que si creces, puedas estar preparado o si en algún momento vas a necesitar una inversión, poder tener una idea definida.
Éstas son las razones que se me ocurren, pero seguro que alguna más se viene a la cabeza. ¿Cuál añadiríais?
Fuente: negocios.ucoz.com
