Sorprendiendo a casi todos, se comprobó científicamente la veracidad del dicho “la ausencia hace que el corazón se encariñe más”… pero no por la razón que nuestras abuelas creían.
Todo ese tiempo que las parejas a larga distancia pasan enviando mensajes instantáneos, mensajes de texto, chateando en video y escribiendo emails realmente ayuda a forjar una conexión más fuerte, según un estudio reciente. De hecho, las parejas que viven en el mismo lugar podrían aprender un par de cosas de ello.
El amor de lejos no es de tontos
“Las parejas en relaciones a larga distancia se esfuerzan más que las parejas geográficamente cercanas en comunicar afecto e intimidad y sus esfuerzos son recompensados”, dice la médico Crystal Jiang, coautora del estudio que fue publicado en la revista Journal of Communication en 2013. “Las personas en relaciones a larga distancia a menudo tienen vínculos más fuertes que son producto de una comunicación más constante y más profunda que las relaciones normales”.
Nos adentramos en los detalles prácticos de la investigación para que puedas aplicar los secretos de las relaciones a larga distancia en tu propio romance local y obtengas lo mejor de ambos mundos: una relación fuerte con una pareja a la que puedes abrazar sin tener que reservar un asiento en ventanilla antes. Si eres lo suficientemente afortunado de vivir cerca de tu amorcito, un poco de energía dirigida a crear cercanía puede dar grandes recompensas.
Aquí está cómo lograrlo.
Bueno: Mantenerse en contacto
Las notas de amor pueden revitalizarnos cuando la rutina diaria nos desgasta. Un mensaje de texto o correo electrónico corto y dulce diario puede reanimar el corazón de tu pareja, sin causarle una sobrecarga electrónica. Asegúrate de incluir un detalle íntimo y sincero en tus notas como una forma clave de reforzar su lazo. (Por ejemplo: “Gracias por traerme el café a la cama esta mañana. Amé eso y te amo”).
Mejor: Realmente hablar
Es fácil quedarse atorado en piloto automático en las conversaciones y dedicar demasiado tiempo a los detalles necesarios pero mundanos de la vida diaria. “Es más probable que la comunicación de las parejas locales se relacione con la rutina diaria, como los planes para cenar”, señala Jiang. “Están menos motivados a adaptar su comunicación para enfocarse en la intimidad”.
¿Las parejas sin hijos son más felices?
Así que intenta llevar las cosas a un nivel más alto. Mientras cocinas con tu pareja, comparte la historia divertida y triste detrás de tu miedo mortal a los chícharos; cuéntense las historias de sus mascotas de la niñez mientras pasean al perro. Comienza a ver cada conversación como una oportunidad para conectarse, desde tu corazón hacia el de tu pareja.
Lo mejor: la comunicación
Aprender técnicas de comunicación como la Terapia de Relaciones Imago —que se enfoca en volverse empático con las heridas de la niñez de tu pareja— o la Comunicación No Violenta —que enfatiza “escuchar profundamente”— puede ayudarte a despejar viejos bloqueos emocionales y a acceder a formas más significativas de conectar con tu pareja. Con solo un poco de conocimiento y enfoque, pronto te percatarás de las mariposas en el estómago de una conexión amorosa más profunda.
“La clave es esforzarse en mantener las relaciones”, recomienda Jiang. “Creo que el espíritu aquí es permanecer positivo sobre tu pareja, contarle a tu pareja tus necesidades y preocupaciones, y alentase a ti y a tu pareja a ser responsivos con las necesidades del otro”.