10 dibujantes satíricos, 4 rehenes y 2 policías asesinados, más 1 subdirector de policía suicidado en extrañas circunstancias y 3 fanáticos musulmanes muertos. Todo eso en Francia, la República de la “Liberté, Egalité et Fraternité”, la cuna de los Derechos Humanos...
¿Fue una acción individual, de 3 o 4 fanáticos solos? ¿Había algo o alguien por encima de los asesinos? ¿Cómo consiguieron sus armas? ¿Y el dinero para viajar y comprarlas? ¿Si estaban vigilados por los servicios secretos, no detectaron éstos sus intenciones? ¿Es casualidad que los kamikazes procedan siempre de barrios marginales? ¿Quienes se benefician de la masacre?
Ahora ha ocurrido en París pero hace algunos años hubieron masacres similares en Londres, Madrid, Nueva York, etc. ¿Son sucesos inconexos, sin relación alguna? ¿No tienen nada que ver con las guerras que los gobiernos USA y europeos provocan lejos de sus fronteras? ¿Cual es la causa última de tales masacres? ¿Quienes arman y financian a estos grupos de fanáticos? ¿Cómo es posible que el gobierno USA gaste más de 500.000 millones de $ anuales en “Defensa” (¡menudo eufemismo!) mientras tiene 50 millones de pobres desasistidos en su país? ¿Quién manda allí realmente?
Hace meses los militares judíos, con el apoyo del gobierno USA, bombardearon en Gaza a civiles desarmados e indefensos, violando reiteradamente las resoluciones de la ONU y provocando más de 2000 muertes. Anteriormente, justificándose con burdas mentiras, los USA y sus cómplices invadieron Irak y Afganistán, hundiendo ambos países en un infierno peor que cuando eran dirigidos por sus respectivos dictadores; eso sí, las petroleras siguen sacando millones de barriles y obteniendo pingües beneficios. El imperio encabezado por USA también ha apoyado a los mercenarios que arrasaron Libia, a los extremistas que provocaron el sangriento golpe de Estado en Ucrania y a los integristas que combaten al gobierno de Siria en una guerra sucia con frecuentes masacres de población civil; allí se ha creado el Estado Islámico, un monstruo peor aún que Al-Qaeda, que se propaga por los países árabes y contra el cual combaten en Kobani las heroicas milicianas kurdas.
Los ciudadanos de los países occidentales no estamos a salvo de las barbaridades que nuestros gobiernos y las transnacionales provocan en los países con abundantes materias primas. La violencia es como un bumerán que va, golpea allí y más pronto o más tarde retorna y nos golpea también aquí. Siempre a los más inocentes, desgraciadamente, porque los culpables están bien resguardados en sus mansiones. ¿Serán los atentados un simple efecto de rebote, acción y reacción? ¿O acaso los amos del imperio necesitan mantener a los pueblos de Norteamérica y Europa con cierta dosis de miedo para que sean más sumisos y olviden la crisis múltiple de este sistema que se hunde irremisiblemente, para que hagan piña con sus gobiernos también sumisos?
Ahora les ha tocado a unos pacíficos dibujantes, responsables únicamente de utilizar su arte con fines satíricos, riéndose del poder y la religión, de todos los poderosos y de todas las religiones. Qué inmensa cobardía la de quienes disparan a quemarropa contra gente desarmada que no ha matado a nadie. Y aún más grande y alevosa la de quienes ordenan estos asesinatos escondidos en su guarida...
Dicen los etólogos que sólo saben reír las especies más evolucionadas: orangutanes, chimpancés, bonobos y los Homo sapiens. Y dentro de nuestra especie sólo algunos somos capaces de reírnos incluso de nosotros mismos, algo higiénico y saludable, porque si nos tomamos demasiado en serio podemos llegar a creernos infalibles y superiores, como les ocurre a los fanáticos de uno u otro signo. Los que tienen ideas rígidas, absolutas y autoritarias raramente se ríen, ¿alguien ha visto reír abiertamente a dictadores, papas o ayatolás? En cambio los librepensadores suelen reír a menudo, a Demócrito por ejemplo lo llamaban “el filósofo sonriente” y Einstein poseía un gran sentido del humor. Por eso los inquisidores y fanáticos de todo pelaje han perseguido siempre a los librepensadores, gente poco dada a someterse, de risa y burla fácil.
Tiroteados en pleno corazón de la risa, millones de ciudadanos franceses y europeos se han manifestado al grito de “Nous sommes tous Charlie Hebdo”. Y delante de ellos, con una inmensa hipocresía, han desfilado gobernantes criminales como Netanyahu, principal responsable de la masacre de Gaza, o Poroschenko, el presidente que ha llevado Ucrania a la guerra, y algunos otros como la Merkel y Rajoy que no han asesinado directamente pero que con sus recortes y privatizaciones han causado también miles de muertes y suicidios. Por su parte la extrema derecha francesa y europea, ignorando que entre las víctimas también hay árabes y judíos, se ha atrevido a proclamar por enésima vez su rancia xenofobia; precisamente ellos, que son los herederos ideológicos de quienes provocaron las guerras mundiales donde murieron más de 70 millones de personas, la mayoría civiles inocentes y desarmados.
El problema de fondo es el fanatismo, la ignorancia, la sumisión, la avaricia, el ansia de poder, la agresividad, ésos son los enemigos de la vida y la convivencia. El terrorismo yihadista no va a resolverse con más policía y vigilancia sino con más cultura, crítica, equidad, solidaridad y pacifismo, acabando con las guerras lejanas y promoviendo una paz justa, porque como dijo Gandhi “La paz es el camino”. Sólo entonces venceremos a los fanáticos criminales y a quienes los dirigen, porque por cada uno de ellos habrán millones de librepensadores que los repudien, aquí en Occidente y allá en Oriente...
Pedro Domínguez Gento