La leche materna es el alimento fundamental de un niño desde que nace hasta sus dos años aproximadamente. Lo cual no quita, claro, que de a poco se vayan introduciendo nuevos alimentos a la dieta normal del bebe.
La relación entre el amamantamiento y el crecimiento del niño ha sido suficientemente estudiada. Ahora bien, más allá de su crecimiento físico y su sistema inmunitario, ¿qué sucede con el desarrollo intelectual del niño? Un grupo de científicos realizó un extenso trabajo de investigación y sostiene haber realizado un impresionante descubrimiento.
La leche materna y el cociente intelectual
Se trató de un estudio longitudinal en base a una muestra de 3500 niños y niñas recién nacidos. Esto quiere decir que se estudió al mismo grupo de niños durante mucho tiempo, concretamente 30 años, hasta que ya se habían convertido en adultos.
Los científicos descubrieron que aquellos niños que habían sido amamantados por más tiempo, se convertían en adultos más inteligentes y con mejores empleos y salarios. Claro que esto último podría deberse a la situación socio-económica de la madre, pero los investigadores sostienen haber tenido en cuenta esa variable y aseguran que la situación económica previa no tuvo gran influencia en los resultados.
El trabajo se llevó a cabo en Brasil a cargo de Bernardo Lessa Horta, en la Universidad Federal de Pelotas. Según la declaración de Horta, los participantes fueron divididos en cinco grupos en función del tiempo en el que recibieron leche materna.
Además utilizaron 10 variables de control sociales y biológicas que podrían contribuir al aumento cociente intelectual. Algunas de ellas fueron renta familiar al nacer, escolaridad de los padres, ascendencia genética, tabaquismo materno durante el el embarazo, edad materna y peso al nacer.
Por un lado Horta señala que aquellos niños que no fueron amamantados de bebés muestran un peor desempeño cognitivo, menor tiempo de escolarización, peor inserción en el mercado laboral y peor nivel de vida. Pero además los resultados también indican que todas esas variables son directamente proporcionales al tiempo durante el cual el niño o la niña fue amamantada.
Es decir que no sólo la leche materna es fundamental para el desarrollo intelectual. Además, el tiempo que duró el amamantamiento también es una variable determinante. Los niños que habían sido amamantados durante al menos un año presentaban, en promedio, un IQ cuatro puntos mayor, casi un año más de escolarización y un salario mensual 100 dólares mayor respecto a aquellos que habían sido amamantados durante un mes o menos.
Interesante, ¿no lo crees? ¿Sabes hasta cuándo bebiste leche materna? ¡Pregúntale a tu madre y échale la responsabilidad por tu inteligencia!
Fuente: curiosidades.batanga.com