Las dificultades que dormir mal producen en el organismo son conocidas. Cualquier persona que haya descansado poco pudo apreciar cómo afecta desde el estado de ánimo, el humor y hasta la capacidad para concentrarse, entre otros. Sin embargo, pocos saben que además puede afectar la agenda fitness.
Un estudio realizado el Centro de Estudios en Psicobiología y Ejercicio, de la Universidad de San Pablo, Brasil, reveló que existe una relación directa entre dormir mal y la incapacidad para bajar de peso.
Daniel Pérez Chada, jefe de la Clínica del Sueño del Hospital Austral, explicó a Infobae: "El sueño es una función vital para la vida, como la presión arterial o la frecuencia cardíaca, ya que es crucial para el equilibrio del organismo. Durante el descanso se producen múltiples fenómenos muy activos. El sueño, a contrario de lo que muchos pueden pensar, no es para nada un momento pasivo".
Para el especialista, los efectos del descanso van mucho más allá de lo que la persona pueda percibir tras una mala noche: "Durante el dormir se producen hormonas vitales para el buen funcionamiento durante el día. Las personas que no tienen el descanso necesario están más irritables y tienen dificultades de adaptación al medio, problemas en el desarrollo de sus relaciones sociales".
La investigación determinó que la deuda del sueño disminuye la actividad de las vías de síntesis de proteínas y aumenta la actividad de las vías de degradación. De esta manera, se favorece la pérdida de masa muscular y obstaculiza la recuperación del músculo después del daño inducido por el ejercicio, las lesiones y ciertas condiciones asociadas con la atrofia muscular, tales como sarcopenia -pérdida degenerativa de masa muscular- y caquexia estado de desnutrición, atrofia muscular, fatiga, debilidad y anorexia en personas que no están tratando de perder peso activamente-.
El especialista explicó que durante el sueño "entra en funciones la leptina, la hormona que inhibe el apetito mientras se descansa. De hecho, las personas que duermen pocas horas tienen una mayor tendencia a la obesidad".
"El déficit de sueño interfiere con los mecanismos desde el apetito y la regulación de los niveles de glucosa hasta las conductas, la secreción de hormonas, entre otras, la hormona de crecimiento, melatonina, cortisol, leptina y además en los aspectos neurocognitivos y la memoria".
Según Pérez Chada "a partir de allí hacen la hipótesis sobre el impacto de las alteraciones de las proteínas (proteólisis) sobre la fibra muscular, lo que es muy razonable, ya que la falta de sueño conspira con la síntesis de proteínas que son la base estructural de los músculos".
Además, para graficar la importancia del buen descanso en diferentes aspectos sostuvo que en la NBA -liga de básquet de EEUU- hace tiempo que vienen trabajando con un sistema de readaptación de los ciclos del sueño.
"Cuando un equipo viaja de la Costa Este a la Oeste, por ejemplo, se produce un desplazamiento de los husos horarios que afecta a las personas. Con el sistema, buscan disminuir los riesgos que produce la somnolencia. Desde evitar lesiones a buscar que puedan mantener el nivel de alerta. Los astronautas, que no viven el ciclo día-noche utilizan un sistema similar para poder rendir en todas sus capacidades".
Fuente: www.infobae.com