Es bueno, antes de hablar de los remedios, explicarte un poco qué es la hepatitis. Es una inflamación del hígado que puede ser causada por un virus, el consumo prolongado de alcohol, la exposición a productos químicos tóxicos o la sobredosis de algunos medicamentos.
Existen tres tipos de hepatitis: A, B y C. Las tres presentan síntomas similares, que en principio son parecidos a los de la gripe. Estos son: fiebre, fatiga, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor abdominal y de las articulaciones e ictericia, el más característico. La ictericia es cuando la piel u ojos cambian a un color amarillento.
Distintos tipos, distintos remedios
La hepatitis del tipo A se puede erradicar totalmente, pero las del tipo B y C son muy difíciles de curar totalmente, por lo que se transforman en hepatitis crónicas. La hepatitis del tipo A es del tipo viral y suele ser muy aguda, pero en algunas semanas se puede curar. Las del tipo B y C pueden durar toda la vida y lo que se logra es eliminar los síntomas, pero la enfermedad continúa en el cuerpo.
Existen remedios caseros para combatir la hepatitis, cuya efectividad se está comprobando científicamente, que tienen un alto poder curativo. Además, te van a resultar muy fáciles de preparar o conseguir.
Alcachofa
Aumenta la eficiencia de la función hepática y favorece la función biliar, ya que ayuda a la digestión de las grasas. Se puede conseguir en extracto o hacer una infusión. Con el extracto de alcachofa hay que seguir las indicaciones del productor, y la infusión se hace con 2 cucharadas de hojas secas por cada litro de agua hirviendo. Se puede tomar 3 veces al día, antes de las comidas.
Remolacha
Promueve la regeneración de las células del hígado. Es recomendable combinarla con otras frutas o verduras. La mejor combinación para el hígado es con jugo de limón. Se mezclan en la licuadora el jugo de dos limones con una remolacha pelada y picada y se toma de inmediato.
Diente de leon
Estas hierbas se deben tomar combinadas. Limpian el hígado y la sangre. La infusión con diente de león funciona como tónico para el hígado, ya que tiene alto contenido de potasio, estimula el sistema digestivo y aumenta la producción de bilis. La infusión de raíz de bardana es muy diurética, excelente antioxidante y tiene acción antiinflamatoria.
Regaliz
Se consume la raíz de esta planta. Es muy eficaz para combatir la hepatitis B y C. Es un muy buen antioxidante. Se puede preparar una infusión con 25 gramos de la raíz de regaliz en un litro de agua hirviendo. No se debe consumir más de 1 taza por día y luego de un mes se recomienda dejar descansar el cuerpo por un período. No debes consumirla si padeces de hipertensión, insuficiencia cardíaca o renal.
Cardo Mariano
Se consume el extracto de cardo mariano que se obtiene de las semillas, denominado silimarina. Se consigue en extracto sin alcohol o en cápsulas. Se deben consumir de 200-400 mg tres veces al día.Ayuda a la curación y reconstrucción del hígado.
Ligustro
Es un agente restaurador y antiinflamatorio. Se consumen las bayas, que son de sabor dulce amargo. Se pueden comprar en cápsulas y consumir en dosis de 5-15 gramos por día o como infusión. Se prepara con 1 cucharadita, o media, de bayas machacadas por cada taza de agua hirviendo. No se debe consumir si se está con diarrea.
Cúrcuma
La cúrcuma una especia muy difundida en la India y es uno de los ingredientes principales del conocido curry. Se utiliza la raíz. Es muy recomendable agregarla para sazonar las comidas o se puede consumir directamente el polvo. También puedes hacer una infusión con 4 cucharaditas por litro de agua caliente. Se bebe frío, hasta 4 tazas al día. Desintoxica el hígado, mejora su funcionamiento y aumenta la producción de ácidos biliares.
Hoja de olivo
La infusión de hojas de olivo es un agente antifúngico muy potente. Es recomendable realizarla con 40 g de hojas frescas machacadas por litro de agua hirviendo. Se pueden tomar hasta tres tazas diarias.
Phyllanthus
Es más conocido como Chanca Piedra o Quiebra Piedra. Es muy recomendable para combatir la hepatitis B. Ayuda a combatir los síntomas de la enfermedad, aunque se sigue siendo portador. Es una hierba y se debe preparar en infusión.
Estos remedios caseros para combatir la hepatitis son fáciles de hacer, pero recuerda que en todo momento debes seguir las instrucciones de tu médico. Es importante que no des por terminado ningún tratamiento si el médico no lo ha autorizado.
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