La ciudad de Albinen en el cantón suizo de Valais es una de las más pequeñas de las montañas del país y se enfrenta a su desaparición: el éxodo de sus residentes a las ciudades puede ser mortal.
Situada a una altitud de 1.300 metros, es una típica villa montañosa con su propia iglesia y casas con la tradicional arquitectura de Valais en todas sus propiedades.
Entre sus atributos se encuentran la tranquilidad, unas vistas impresionantes, gran calidad del aire y muchas horas de sol a lo largo del año, pero eso no es suficiente para evitar el adiós prematuro de sus habitantes.
Ni siquiera su privilegiado enclave puede frenar este proceso. La capital del cantón, Sion, y la ciudad spa de Leukerbad están a tan solo seis kilómetros.
En los últimos años, tres familias con ocho hijos la han abandonado, provocando el cierre del colegio. En la actualidad, tan solo 240 personas viven en Albinen, entre ellas siete niños que tienen que coger el bus para ir a la escuela en ciudades cercanas.
54.400 euros por instalarse al menos 10 años
Por ello, el alcalde busca a gente menor de 45 años para mudarse a una casa vacía o a un terreno en el que puedan construir su propia vivienda e instalarse por una larga duración.
La iniciativa del Ayuntamiento consiste en pagar a cada adulto 21.400 euros y 8.500 por cada hijo de la familia que decida asentarse en la ciudad, lo que significa que una familia con dos hijos obtendrá 54.400 euros, según informa el 'Daily Mail'.
La aprobación de la medida tuvo lugar en el pleno municipal del pasado 30 de noviembre y los nuevos inquilinos deberán conocer ciertas condiciones: segundas casas o complejos residenciales enormes están prohibidos y quien se mude antes de pasados 10 años, tendrá que devolver el dinero.
Fuente: www.lainformacion.com