En los últimos 100 años, el cannabis ha pasado de ser legal, a ilegal, a entrar en un extraño área gris legal en nuestra sociedad. El estigma que rodea al cannabis ha llevado a la gente a creer que es una “droga” que es mala para su salud, cuando en realidad, es una planta que tiene propiedades curativas increíbles.
El cannabis puede ayudar significativamente a las personas que sufren de ansiedad o dolor crónico, e incluso puede matar las células cancerosas. Algunas de las innovaciones más recientes que usan cannabis fueron dos parches para aliviar el dolor creados por Cannabis Science, diseñados para pacientes con fibromialgia y dolor neuropático diabético.
Usos médicos para el cannabis
El cannabis se puede y se ha usado durante muchos años para tratar una amplia variedad de enfermedades, incluido el cáncer. Los cannabinoides se refieren a cualquiera de un grupo de compuestos relacionados que incluyen cannabinol y los componentes activos del cannabis.
El consumo de cannabis activa los receptores de cannabinoides en el cuerpo, y el cuerpo mismo crea compuestos llamados endocannabinoides, que ayudan a producir un ambiente saludable. Los cannabinoides desempeñan un papel importante en la generación y regeneración del sistema inmune, por lo que los cannabinoides reducen las células cancerosas.
Un estudio publicado en el British Journal of Cancer, realizado por el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid, determinó que el tetrahidrocannabinol (THC) y otros cannabinoides inhiben el crecimiento tumoral. Numerosas organizaciones y universidades, incluida la Escuela de Medicina de Harvard, también han estado estudiando los efectos que el cannabis tiene en las células cancerosas, demostrando su éxito y recomendando su uso como tratamiento del cáncer para tipos específicos de cáncer.
Numerosos pacientes con cáncer fumarán marihuana o tomarán aceite de cannabis por vía oral para mitigar el dolor y las náuseas asociadas con la quimioterapia. El THC ha estado disponible en forma de píldora para tratar las náuseas y los vómitos en pacientes con cáncer desde la década de 1980.
Incluso el gobierno de EE. UU. Ha confirmado inconscientemente que el cannabis mata las células cancerosas. Un grupo de investigadores federales encargados por el gobierno fueron seleccionados para probar que el cannabis no tiene valor médico aceptado, pero sus hallazgos demostraron lo contrario (lea nuestro artículo aquí).
Los estudios demuestran que el THC, el compuesto encontrado en el cannabis que le da su efecto “eufórico”, activa las vías en el sistema nervioso central que funcionan para evitar que las señales de dolor se envíen al cerebro. Asimismo, se ha demostrado que el cannabis es especialmente efectivo contra el dolor neuropático o el dolor relacionado con los nervios. ¡El cannabis es esencialmente una forma totalmente natural de Advil!
El cannabis también se puede utilizar para disminuir la ansiedad y mitigar los síntomas del TEPT, ya que lo máximo del THC se asocia con una alteración temporal de la memoria. Estudios recientes confirman que las dosis orales de THC pueden ayudar a aliviar una variedad de síntomas relacionados con el PTSD, incluidos los flashbacks, la agitación y las pesadillas.
Innovador “Parche para el dolor” de Cannabis Science
Dos de las últimas innovaciones médicas sobre el cannabis fueron creadas por Cannabis Science, una empresa estadounidense especializada en el desarrollo de la medicina basada en el cannabis, particularmente aquellas destinadas al tratamiento del cáncer. Cannabis Science ya tiene algunos productos en el mercado en California, como su línea de productos “When Nature Meets Science”, que incluye bálsamos curativos, gotas y tinturas, todo hecho con cannabis.
Recientemente, la compañía diseñó dos nuevos medicamentos analgésicos para pacientes que se automedicaron con neuropatía diabética, dolor nervioso y fibromialgia.
La neuropatía diabética es una forma de neuropatía periférica, que es daño o enfermedad que afecta los nervios. Los efectos secundarios incluyen alteraciones de las sensaciones, el movimiento y la función de glándulas y órganos. La neuropatía puede ocasionar calambres dolorosos, fasciculación (espasmos musculares finos), pérdida de masa muscular, degeneración ósea y cambios en la piel, el cabello y las uñas.
La fibromialgia es una afección por la cual los pacientes tienen dolor crónico generalizado y experimentan una mayor respuesta al dolor a la presión. Los síntomas incluyen fatiga, problemas con el sueño, la memoria y la función intestinal, síndrome de piernas inquietas, entumecimiento y hormigueo y sensibilidad al ruido, las luces o la temperatura. La fibromialgia también puede tener efectos psicológicos, como depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático.
Los medicamentos para estas dos dolencias se ofrecerán en forma de un parche transdérmico adhesivo, que permitirá a los usuarios absorber una dosis específica de medicamento a través de la piel, que luego viajará al torrente sanguíneo. Este método es favorable porque proporciona a los usuarios una liberación controlada de medicamentos, que en este caso es una gran cantidad de extracto de cannabinoides (CBD). A medida que el CBD ingresa al torrente sanguíneo, penetra en el sistema nervioso central, permitiendo que el dolor disminuya.
“A medida que más estados a nivel nacional legislan para la legalización de cannabis y medicamentos derivados del cannabis, aquí en Cannabis Science estamos enfocados en desarrollar formulaciones farmacéuticas y aplicaciones para abastecer la enorme demanda creciente que se espera en los próximos años”, explica el CEO de la compañía, Raymond C. Dabney.
A pesar de que los usos médicos del cannabis han sido probados una y otra vez a través de numerosas instituciones científicas acreditadas y universidades, el estigma que rodea al cannabis sigue siendo significativo y polémico. Debido a que es una sustancia ilegal, muchas personas evitan hacerlo, incluso aquellos que padecen enfermedades que el cannabis podría curar o ayudar seriamente a tratar.
Es inevitable que una vez que se legalice en más lugares, se convierta en una práctica común para la industria médica recomendar su uso. No soy médico, pero puedo imaginar a personas que usan parches para el dolor basados en el cannabis para una variedad de problemas además de la fibromialgia y el dolor de los nervios diabéticos. Los parches de dolor farmacéutico se han diseñado en el pasado para tratar el dolor localizado en muchas áreas del cuerpo, entonces ¿por qué no podríamos hacer lo mismo con el cannabis?
Fuente: privatemedical247.com