A menudo, adoptamos una serie de hábitos que lejos de hacernos algún tipo de bien lo único que nos provocan es que acabemos engordando. Presta atención a estos 9 hábitos nocturnos que te hacen engordar y con los que es mejor que acabes lo antes posible.
1. Dormir poco
Dormir poco hará que no descanses adecuadamente. Todo esto tiene consecuencias en tu metabolismo, puesto que lo hace más lento, además te provoca hambre, aumenta tus niveles de cortisol y como resultado de todo ello hará que no tengas ganas de hacer ejercicio al sentirte más cansado.
2. Hacer cenas copiosas
Las cenas copiosas serán uno de tus peores enemigos. Si cenas de más o haces cenas muy pesadas no descansarás bien. Debes tener en cuenta que a esa hora tu cuerpo hace digestiones mucho más lentas. Además, un hábito tan común como cenar viendo la tele te hará comer más porque estarás distraído.
Una de las recomendaciones a seguir pasa por cenar poco y consumir platos ricos en proteínas y con verduras.
3. Irte a la cama recién cenado
Otro de los errores más comunes es irte a la cama después de cenar. Se trata de un hábito que te hará acumular más grasas y no te permitirá hacer bien la digestión. Así que al menos, debes cenar entre 1 hora y media y 2 horas antes de dormir.
4. Olvídate de los alimentos fritos
Los alimentos fritos serán uno de tus enemigos. Recuerda que aportan muchas calorías que no quemarás y ganarás en grasa, además te hará que no duermas bien. Por la noche toma alimentos que estén cocinados al horno, a la plancha o al vapor.
5. No consumas alimentos picantes
Por la noche, como ocurre con los fritos, no debes consumir alimentos picantes. Y es que tanto las comidas con especias como con condimentos picantes pueden provocarte una mala digestión y esto hará que no duermas bien.
Además, al estar muchas horas sin consumir nada te puede provocar ardor estomacal. Si quieres comer picante hazlo a otras horas del día aunque no es necesario que renuncies a él. Debes tener en cuenta que este tipo de alimentos son recomendables para acelerar el metabolismo, pero por la noche es mejor no comerlo.
6. Los cereales no son una opción sana
¿Crees que cenar un vaso de leche con cereales es suficiente a la vez que algo sano? Pues estás muy equivocado. Es un error en el que todos hemos incurrido alguna vez, pero lo cierto es que los cereales son una fuente de carbohidratos así que te proporcionarán más energía de la que gastarás.
Este tipo de alimentos contiene una gran cantidad de azúcares refinados que se han de consumir cuando se ingieren o de lo contrario acaban por engordar. Mejor que lo sustituyas por frutas, ensaladas o proteínas magras en cantidades justas.
7. No tomes postres
Los postres dulces son puro azúcar, así que lo mejor será que te olvides de ellos. Alimentos como el azúcar y la harina blanca se acumulan en las células en forma de grasa y te aportarán una serie de calorías que no quemarás.
Lo mejor es que si te apetece algo dulce optes por una pieza de fruta que son dulces naturales.
8. Cuando termines de cenar no piques
Al terminar de cenar lo mejor que puedes hacer es lavarte los dientes. Así no picarás después si te acaba dando hambre. Solo conseguirás comer de más ingiriendo calorías innecesarias. Además, debes evitar especialmente algunos alimentos como el pan, las galletas o los dulces después de cenar.
En el caso de que verdaderamente tengas hambre y vayas a comer algo más, elige algo de menos de 200 calorías y que sea ligero a la vez que saludable.
9. No cenar
Aunque lo creas, no cenar no es la solución que necesitas para perder peso. Con esta medida solo lograrás disminuir la pérdida de peso porque tu metabolismo se ralentizará y en la próxima comida tendrás más hambre.
Además, algo así te puede provocar ansiedad, por si esto fuera poco perderás músculo y ganarás en flacidez. Así que tenlo claro y no optes por esta drástica solución. Tómate el tiempo necesario para comer por lo menos una fruta y no irte a la cama con el estómago vacío.
Por: Lorena González
Fuente: mejorconsalud.com