Hay mucho mito respecto al tema. Los investigadores estudiaron cómo los siguientes tipos de alimentos y partes de alimentos podrían afectar el crecimiento del cáncer:
Alimentos de origen vegetal. Incluyen sustancias químicas naturales denominadas fitoquímicos:
Los carotenoides, que se encuentran en verduras de color rojo, naranja, amarillo y algunas de color verde oscuro.
Los polifenoles, que se encuentran en las hierbas, las especias, las verduras, el té verde, las manzanas y las bayas.
Los compuestos de Allium, que se encuentran en las cebolletas, el ajo, el puerro y las cebollas.
Antioxidantes. Incluyen el betacaroteno, el selenio y las vitaminas C y E. Los antioxidantes reducen el riesgo de daño de los oxidantes. Los oxidantes son sustancias que pueden provocar daño celular.
Otras vitaminas y minerales. Incluyen el calcio, la vitamina D y las vitaminas del grupo B.
Fibra alimentaria. La fibra ayuda a dar consistencia a las heces. Mueve los alimentos más rápidamente a través del sistema digestivo.
Alimentos que contienen fibra:
Cereales integrales y semillas, incluida la cebada, la avena, Kamut, la escaña, el bulgur, el maíz, el psilio y el centeno.
Pan y pastas integrales.
Legumbres, incluidos los frijoles negros, los garbanzos, las lentejas y los guisantes partidos.
Frutas y verduras.
Proteína. Las siguientes son fuentes principales de proteína animal en la mayoría de las dietas:
Carne de vaca y pollo.
Pescado.
Mariscos.
Productos lácteos.
Huevos.
De los alimentos mencionados, las carnes rojas y procesadas son las que generan mayor preocupación. Incluyen la carne de cerdo, de res, de ternera y de cordero. Las carnes rojas y procesadas se estudian con más frecuencia como factores de riesgo de cáncer.
Bebidas alcohólicas. Está probado que el consumo de alcohol aumenta el riesgo de cáncer.
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Relación entre los alimentos y el cáncer
Es difícil encontrar relaciones específicas entre un alimento o parte de un alimento y el cáncer debido a lo siguiente:
Los alimentos contienen muchas cosas que pueden contribuir al riesgo de cáncer o a la prevención del cáncer.
La mayoría de las personas comen y beben diversos alimentos. Esto genera interacciones que son difíciles de estudiar.
A veces, los efectos varían según la cantidad que se come.
Algunas investigaciones muestran que la preparación de los alimentos puede influir en el riesgo o los beneficios.
Alimentos de origen vegetal
Es probable que las frutas y las verduras brinden protección contra varios tipos de cáncer: cáncer de cabeza y cuello, cáncer de esófago, cáncer de estómago, cáncer de pulmón, cáncer de páncreas y cáncer de próstata.
Es probable que los fitoquímicos de las frutas y verduras actúen en conjunto para reducir el riesgo de cáncer. Algunos ayudan a regular las hormonas, como el estrógeno. Otros enlentecen el crecimiento de las células cancerosas o bloquean la inflamación. Muchos reducen el riesgo del daño provocado por los oxidantes.
Los alimentos de origen vegetal que los investigadores estudiaron para la prevención del cáncer son los siguientes:
Verduras crucíferas. Es probable que estos alimentos brinden protección contra algunos tipos de cáncer. Incluyen brócoli, coliflor, col, coles de Bruselas, col china y col verde.
Los estudios muestran que las verduras crucíferas brindan protección contra los siguientes tipos de cáncer: cáncer de cabeza y cuello, cáncer de esófago, cáncer de estómago.
Varios estudios de laboratorio sugieren que las verduras crucíferas ayudan a regular las enzimas. El complejo sistema de enzimas defiende al organismo del cáncer. Los estudios también muestran que las verduras crucíferas pueden detener el crecimiento de las células cancerosas. Sin embargo, estos efectos pueden variar en estudios realizados en personas.
Licopeno. Este carotenoide se encuentra en los productos derivados del tomate. Otras fuentes importantes de licopeno son la toronja rosada, la sandía y el albaricoque. Los estudios muestran que pueden brindar protección contra varios tipos de cáncer, como los siguientes: cáncer de pulmón, cáncer de estómago, cáncer de próstata, cáncer de colon, cáncer oral, cáncer de esófago.
Soja. La soja contiene fitoquímicos. Los estudios de laboratorio sugieren que ayuda a brindar protección contra algunos tipos de cáncer. Sin embargo, los estudios clínicos están definiendo más claramente el papel de la soja en la prevención del cáncer. La relación entre la soja y el riesgo de cáncer de mama es especialmente compleja.
Los resultados de los estudios de investigación son contradictorios y confusos. La evidencia actual sugiere que está bien consumir cantidades limitadas de soja. Esto probablemente no aumentará el riesgo de cáncer de mama. Tres porciones por día de productos derivados de la soja pueden ser una cantidad segura. Sin embargo, los médicos recomiendan evitar las pastillas y los polvos concentrados de isoflavonas.
Vitaminas, minerales y antioxidantes
Su organismo necesita vitaminas y minerales. Estos ayudan al organismo a realizar las funciones esenciales, crecer y desarrollarse, repararse.
Algunas vitaminas, minerales y otros nutrientes son antioxidantes. Las investigaciones de su papel en la prevención del cáncer continúan porque los estudios muestran resultados mixtos.
Una revisión de los ensayos clínicos realizados en personas muestra lo siguiente:
Betacaroteno. Los suplementos de dosis altas de betacaroteno no parecen prevenir el cáncer. Los investigadores hallaron lo contrario en estudios realizados en personas que actualmente fuman y personas que dejaron de fumar. En realidad, los suplementos de dosis altas de betacaroteno aumentaron el riesgo de cáncer de pulmón.
Calcio y vitamina D. La Iniciativa para la Salud de las Mujeres (Women’s Health Initiative, WHI) fue un estudio grande realizado en mujeres. Las participantes habían atravesado la menopausia y estaban en general bien nutridas. Los investigadores estudiaron los efectos de los suplementos de calcio y vitamina D. Los suplementos no afectaron la cantidad de diagnósticos nuevos de cáncer de colon.
Folato. El folato es un tipo de vitamina B que se encuentra en los siguientes alimentos: verduras de hoja verde, frutas y jugos de fruta, frijoles y guisantes secos.
Multivitamínicos. Actualmente, no existe evidencia suficientemente sólida de que los multivitamínicos reduzcan el riesgo de cáncer. Sin embargo, un estudio mostró un posible beneficio. Las personas que tomaron multivitamínicos durante más de 10 años tenían una menor formación de pólipos. Los pólipos se relacionan con un riesgo de cáncer colorrectal. Por lo tanto, este estudio sugiere que los multivitamínicos pueden reducir el riesgo de cáncer colorrectal. No obstante, estos datos son difíciles de interpretar. A menudo, las personas más saludables se someten a exámenes regulares de detección del cáncer. Esas personas suelen tomar multivitamínicos.
Selenio. Un estudio de laboratorio evaluó si el selenio previene el cáncer. Los suplementos no evitaron que las personas con cáncer de piel contrajeran un segundo cáncer. Sin embargo, el selenio redujo los nuevos casos de los siguientes tipos de cáncer: cáncer de próstata, cáncer de pulmón, cáncer colorrectal.
Vitamina C. Algunos estudios muestran que las dietas con una mayor cantidad de vitamina C pueden reducir el riesgo de cáncer de estómago. Sin embargo, los resultados no fueron coherentes.
Vitamina E. En un ensayo clínico grande, llamado Estudio clínico de prevención del cáncer con selenio y vitamina E (Selenium and Vitamin E Cancer Prevention Trial, SELECT), se halló que los participantes que tomaron vitamina E tenían un riesgo mayor de cáncer de próstata.
Fibra alimentaria
El estudio AICR/WCRF halló relaciones entre los alimentos que contenían fibra y un menor riesgo de cáncer, especialmente un menor riesgo de cáncer colorrectal.
Proteína
La mayoría de los estudios sugieren una relación entre la carne roja y un mayor riesgo de cáncer colorrectal. Sin embargo, evitar las carnes procesadas es incluso más importante. Estas incluyen los perritos calientes, la panceta y el salami. El estudio AICR/WCRF halló que estas carnes aumentan el riesgo de cáncer colorrectal. El estudio detectó que se pueden consumir hasta 18 onzas (oz) de carne roja por semana sin aumentar el riesgo de cáncer.
Obesidad y cáncer
Consumir más calorías de las que necesita el organismo puede provocar un aumento de peso. Muchas personas consumen demasiados alimentos con azúcar y grasa. Los siguientes productos agregan calorías adicionales que pueden provocar obesidad:
Bebidas azucaradas, que pueden incluir bebidas calientes y frías.
Productos lácteos enteros, como el queso de leche entera.
Carnes con alto contenido de grasa, incluido el pollo frito con piel, el pato, las hamburguesas, la panceta, el jamón, las salchichas, los perritos calientes y muchos fiambres.
La obesidad se relaciona con un mayor riesgo de muchos tipos de cáncer
Las personas con sobrepeso u obesidad tienen mayor riesgo de desarrollar muchas afecciones médicas graves, incluida la diabetes tipo 2, presión arterial alta y enfermedad cardiovascular. El sobrepeso y la obesidad también están asociados con un mayor riesgo de cáncer.
Tipos de cáncer vinculados con el sobrepeso o la obesidad
Se ha relacionado el sobrepeso u obesidad con algunos tipos de cáncer:
Mama
Colorrectal
Uterino
Riñón
Cabeza y cuello
Esófago
Páncreas
Endometrio (recubrimiento del útero)
Próstata
Vesícula biliar
Tiroides
Fuente: buenavibra.es