El escritor argentino Guillermo Eduardo Pilía (La Plata, 1958) fue uno de los finalistas del Premio Hemingway de relato que se convoca en Nimes, Francia, y que este año tuvo como ganador al escritor local Cyril Fabre. El Premio Hemingway es otorgado por la asociación “Les Advocats du Diable”, con el auspicio del Ministerio de Cultura de Francia y de números patrocinadores privados del Mediodía francés. En 2019, “Les Avocats du Diable” recibieron 267 relatos cortos procedentes de 17 países : Francia, España, Argentina, Venezuela, Cuba, México, Chile, Perú, Canadá, EE.UU, Bélgica, Costa de Marfíl, Argelia, Líbano, Israel, Inglaterra e Italia. El relato ganador, “Mecha de Plata”, junto al de Guillermo Eduardo Pilía, “Y el mar no existe ya” y los de los restantes 10 finalistas se publicarán en Francia en el mes de septiembre.
Guillermo Pilía tiene importantes antecedentes en la narrativa de tema taurino, que era la convocante para este concurso, como el haber obtenido el Primer Premio de la Peña El Albero de Quito, Ecuador, y el segundo de la Peña Félix Rodríguez de Santander, España, como asimismo haber podido publicar en Madrid su libro de cuentos “Tren de la mañana a Talavera”, presentado en la Feria de San Isidro de 2012, del que dijo el escritor granadino Fernando de Villena:
"Tren de la mañana a Talavera" está formado por cinco soberbios relatos estremecedores que denotan la visión interior y honda del toreo propia de un experto. Guillermo Pilía maneja con verdadera habilidad la tensión narrativa y logra crear personajes creíbles, casi de carne y hueso, por lo común perdedores. Utiliza también el perspectivismo y así la fiesta se nos presenta en ocasiones desde el punto de vista del toro y otras veces desde el de los matadores. A estos méritos se suma la belleza del lenguaje, el perfecto dominio del léxico taurino y la brillantez de los símiles y metáforas muy modernas, casi vanguardistas, que a veces se encadenan para asombro del lector. No en vano, Guillermo Pilía es poeta además de narrador.