Muchos alimentos, verduras y frutas son muy parecidas a algunas partes del cuerpo. Pero para tu sorpresa esto no es solo coincidencia, sino que hay una razón detrás de eso. Estos alimentos justamente se parecen a las partes del cuerpo que ayudan a mantener saludables. Los antiguos herbolarios que observaban la naturaleza creían que las apariencias de las cosas naturales entregan pistas sobre sus cualidades. Algunos gurús de los alimentos afirman que el concepto no está tan errado.
Las acelgas y el sistema circulatorio.
La kale últimamente ha tenido un gran protagonismo, pero no nos olvidemos de su prima, la acelga. Mira con atención sus hojas y notarás cómo las venas rojizas se expanden como arterias a través de su cuerpo verde. La acelga posee antioxidantes que son los que aseguran que todas las venas estén limpias. Te ayudarán a mantener la sangre fluyendo a través de tu sistema circulatorio y a aumentar la cantidad de sangre en el cuerpo.
Las nueces y el cerebro.
Si miras fijamente una nuez verás que tiene un parecido al cerebro. Una dura cáscara protege a este fruto seco, guardando en su interior el “cerebro”. En su interior, la nuez tiene dos mitades iguales, tal como los hemisferios del cerebro. Las nueces tienen un alto contenido de ácidos grasos omega 3. Estudios han demostrado que consumir omega 3 reduce el riesgo de padecer de demencia y mejora la memoria.
Las naranjas y los senos.
En el interior de las jugosas frutas de la familia de los cítricos, desde los pomelos hasta los limones, se encuentran pequeñas secciones similares a las membranas del tejido mamario. Los cítricos tienen un centro blanco mientras que los senos tienen una areola pigmentada. Más allá de las apariencias, particularmente la médula y la cáscara de estas frutas tienen propiedades que ayudan a combatir el cáncer. Los pomelos han demostrado poder inhibir el cáncer de senos en animales de laboratorio y el crecimiento de células cancerígenas en senos humanos y también poseen vitamina C y bioflavonoides los cuales propician la salud de los senos.
El vino rojo y la sangre.
Esta bebida proveniente de la uva, no sólo es parecida a lo que fluye a través de nuestras venas, sino que también disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Posee un potente antioxidante que protege las células sanguíneas y las plaquetas, lo que ayuda a luchar contra el colesterol.
El apio y los huesos.
¿Has notado alguna vez que los huesos de tus piernas y brazos se parecen un poco al apio? El apio es alto en magnesio y es una buena fuente de silicona lo que permite que la estructura celular de los huesos y los niveles de magnesio y calcio se alineen para que nuestros huesos estén fuertes. Intenta comer apio con alguna mantequilla de frutos secos o añádela en tus ensaladas.
Los frijoles y el riñón.
Los nutricionistas concuerdan en que estas legumbres ayudan bastante a nuestros riñones, ya que, tienen mucha fibra, lo que ayuda a deshacerse de los deshechos y prevenir el estreñimiento. Son una gran fuente de minerales. Si comes una buena cantidad de estas legumbres, podrías prevenir los cálculos renales.
El perejil y los nervios.
Esta hierba fresca puede ser uno de los ingredientes más saludables que encuentres en tu comida. El perejil tiene un tallo y luego se va separando en ramas hasta llegar a terminaciones más delgadas, tal como sucede con nuestros nervios. Sus altas dosis de vitamina C y K son de gran ayuda para el sistema nervioso y además ayuda con el mal aliento.
El tomate y el corazón.
Cuando abras uno, veras que sus cámaras rojas se parecen mucho a la estructura del corazón. Tienen altas dosis de licopeno, un componente muy amigable con nuestro órgano vital. El potente antioxidante que le da el color rojo a este alimento, reduce de manera significativa las posibilidades de sufrir de enfermedades cardiovasculares. Añade grasas saludables como palta o aceite de oliva para aumentar los beneficios del licopeno.
Toma en serio estás similitudes y presta atención a tu comida, consume alimentos de diversos colores, ya que, desde un simple tomate hasta una naranja, la naturaleza tiene beneficios que van más allá de consumir minerales de una botella o pastilla. Tu cuerpo te o agradecerá.
Fuente: www.notagram.net