Samantha Jenkis, de 19 años, amaba mascar chicle, pero su adicción por la golosina terminó con su vida en 2011, según determinó recientemente un médico británico.
La causa de la muerte de Jenkis fue una hipoxia cerebral, que se produce cuando no llegan nutrientes ni oxígeno al cerebro a través de la sangre. Esto puede provocar convulsiones o incluso la muerte cerebral, según detalla el diario británico 'Daily Mirror'.
Sin embargo, el doctor Paul Griffiths, experto patólogo del hospital Morriston (en Gales), realizó una autopsia para indagar qué había detrás de este caso que llamó su atención. Él sospechaba que el fallecimiento podía estar relacionado con los edulcorantes de los chicles sin azúcar a los que Jenkis era adicta.
La joven consumía hasta 14 chicles cada día y sus preferidos eran los que no contenían azúcar. Griffiths estudió la composición de una de estas golosinas y encontró entre sus ingredientes sorbitol y aspartame.
El “alto consumo” de estos dos elementos habría intervenido en la reducción de sales en el cuerpo de la joven. Además, el experto relató que al momento de practicar la autopsia se encontró en el estómago de Jenkis algo que no había visto antes: cinco “grandes grumos” de chicle verde.
María, madre de la adolescente, dijo que creyeron que la causa de la muerte de Samantha fue natural, algo que con esta investigación pierde sustento. "Ella se había quejado ese día de que se sentía mal y me dijo que tenía dolor de cabeza, como con agujas y alfileres. Se fue a la planta alta en la noche y me gritó: '¿Es así como se siente morir? Estoy paralizada", dijo al diario.
En un estudio reciente, que fue realizado por la agencia de control alimenticio británica Food Standards, se demostró que el aspartame no causa ningún daño para la salud, sin embargo, la controversia que por décadas han desatado los sustitutos del azúcar continúa.
Fuente: www.eltiempo.com