Leyes de este tipo deberian ser norma común en todo el mundo. A partir de este momento, todos los nuevos edificios que se construyan en Francia deberán cumplir con una nueva legislación que obliga a que los tejados de las nuevas construcciones estén parcialmente cubiertos por plantas o paneles solares.
La nueva legislación fue aprobada por el Parlamento francés hace unos días y, aunque ha resultado más limitada que lo que propusieron en un primer momento los activistas medioambientales, resulta un paso importante para comenzar a construir edificios sustentables con una reforzada eficiencia energética.
Por su parte, los techos verdes actúan de aislante para ayudar a que en invierno se gaste menos energía en calentar el edificio, y en verano sea menos costoso enfriarlo. Además este tipo de techos también ayuda a retener el agua de la lluvia y a proporcionar a las aves y a otros tipos de seres vivos pequeños oasis donde vivir y desarrollarse en mitad de las caóticas ciudades.
Esta nueva ley favorecerá también la existencia de mayor superficie de zonas verdes donde habiten seres vegetales que ayuden a oxigenar el aire que respiramos y que en las ciudades presenta grandes índices de contaminación.
Los nuevos edificios que se contruyan a partir de ahora en Francia podrán optar por colocar plantas en sus tejados, o bien instalar paneles solares que produzcan energía limpia y renovable para el funcionamiento del edificio.
El Parlamento francés se acerca con esta medida a países como Dinamarca donde el color gris de los tejados de los edificios ha sido sustituido por un verde esperanza que aporta el ingrediente de naturaleza que toda ciudad del mundo necesita. Bien por Francia.