Una taza de aprobación de alrededor del 60% es lo que le brindan, los mexicanos, a el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
A pesar de ello cada día esta mas solo. Su circulo afectivo se reduce, y día con día los que se encontraban en su cercanía afectiva se alejan.
Cada día al presidente le pesa más estar en la burbuja de su soledad (Se le nota en su andar, en su mirar, en su actuar) , por ello es evidente que ha cada momento necesita hacerse sentir que el pueblo lo ama y lo respeta.
El presidente, inmerso en su burbuja, no se da cuenta que “las caricias populares “son efímeras y que, aunque silenciosas, “las pequeñas mayorías” que lo odian y maldicen, lenta, pero inexorablemente, van al alza.
Ante la necedad del presidente, que se niega a aceptar la cada vez más cercana realidad , su círculo afectivo se desmorona. Y a su lado solo van quedando los que integran los círculos de intereses rumbo al 2024.
Al igual que ocurrió en México, en la década de los 70 el presidente esta rodeado de quienes tienen listo el puñal para darle un abrazo sucesorio.
Por ello es que al presidente le urge que el pueblo le demuestre que le ama acudiendo a el acto de no revocación de mandato.