Desde hace muchos años los científicos tratan de estudiar y comprender el funcionamiento del cerebro humano, como así también las maneras de manipularlo. Dichas investigaciones son capaces de ayudar en la lucha contra varias enfermedades, pero por otro lado provocan polémica, ya que sus resultados permitirían elaborar mecanismos para controlar el comportamiento de las personas. La revista ‘Popular Mechanics’ ha destacado nueve asombrosos experimentos que muestran que el cerebro humano puede ser fácilmente manipulado por factores externos.
1. El descifrador del cerebro
Cuando leemos para nosotros, escuchamos la voz en nuestra cabeza. En base a esto, científicos de la Universidad de California, EE.UU., tratan de descifrar la actividad neuronal para crear un implante que traduzca las señales cerebrales en habla a través de un sintetizador de voz. De este modo, será posible hacer ‘hablar’ a las personas con discapacidad y hasta a pacientes en coma.
2. El efecto calor/frío
La temperatura puede influir en el nivel de confianza entre las personas. Durante el famoso experimento ‘El dilema del prisionero’ a dos ‘sospechosos delincuentes’ los separaron en diferentes celdas y les propusieron testificar contra el otro a cambio de una sentencia más leve. Al mismo tiempo, uno de ellos debía sujetar un objeto caliente mientras que el otro debía mantener un trozo de hielo en su mano. Tras varios experimentos con diferentes personas, resultó que los primeros resultaron ser más decididos a confiar en su compañero y no calumniar contra él.
3. Un aislamiento duradero
A la mayoría de la gente un aislamiento duradero le provoca graves trastornos mentales: alucinaciones y una percepción alterada del tiempo, entre otros. Se demostró que durante un aislamiento duradero en la oscuridad, el ciclo diario puede aumentar hasta 48 horas: a 36 horas de actividad, les siguen 12 horas de sueño.
4. La estimulación eléctrica de la creatividad
Científicos de la Universidad de Carolina del Norte han demostrado que la electricidad puede aumentar la creatividad humana. A los voluntarios de entre 19 y 30 años los sometieron a una estimulación eléctrica para generar así las llamadas ondas cerebrales alfa, que se relacionan con el pensamiento creativo. Resulta que su creatividad aumentó en promedio 7,4% tras el experimento.
5. Teletransportación
Investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia, lograron imponer a los voluntarios la ilusión de una experiencia extracorpórea. Los participantes fueron colocados en un escáner cerebral capaz de crear ilusiones y ficciones. En unos segundos, la gente tuvo la sensación de estar en otro lugar, dentro de otro cuerpo.
6. El grabador cerebral
Este dispositivo, que actualmente se está desarrollando, permitirá a las personas que sufren parálisis expresar sus pensamientos. Un casco de electrodos, tecnología de seguimiento del movimiento de los ojos y un ‘software’, permiten que una persona paralítica retransmita sus palabras e ideas en la pantalla de la computadora al mover el ‘mouse’ con la mirada.
7. La ilusión de la mano de mármol
Durante un experimento, los científicos pidieron a los voluntarios poner sus manos sobre la mesa y golpearon suavemente sus manos derechas con un pequeño martillo. Al mismo tiempo, los practicantes escuchaban el sonido de un martillo contra un mármol. En unos minutos, empezaron a sentir que su mano era cada vez más pesada y dura, como si fuera un trozo de mármol. De ese modo, el cerebro combina de manera constante la información de diferentes sentidos, cambiando la percepción del cuerpo aunque éste siga igual.
8. La pastilla de la compasión
Investigadores de la Universidad de California, EE.UU., han descubierto que pueden manipular el ‘nivel’ de compasión de las personas al cambiar la bioquímica de sus cerebros. A un grupo de personas les entregaron pastillas placebo, mientras que a otros, la medicina tolcapona, que acelera la acción de la dopamina, la ‘hormona de la felicidad’. Al pedir a los voluntarios compartir su dinero entre desconocidos, el segundo grupo resultó ser más generoso.
9. La ilusión del cuerpo invisible
Otro experimento del Instituto Karolinska muestra cómo una persona puede pensar que vive en otro cuerpo. Los voluntarios portaban gafas que proyectaban la imagen de un maniquí. Los investigadores comenzaron entonces a tocar varias partes del cuerpo de los practicantes y al mismo tiempo las del maniquí. De este modo, los primeros sentían que ellos mismos eran estos maniquíes. Al hacer lo mismo pero en el espacio vacío, los voluntarios sentían que su cuerpo era invisible.