Cuando alguien pretende hacer empresa, su primera preocupación debe estar centrada en su estructura de costos, del buen diseño de esta, se estará garantizado un alto porcentaje del éxito empresarial, lo demás estará en función del talento humano del cual te puedas rodear y tu producto final. Para el caso de esta tercera entrega y para un entendimiento lógico de la misma nos centraremos en el tema de los impuestos como parte de la estructura de costos en el Perú.
Para la presente entrega, tomaremos como caso y ejemplo el producir en el emporio comercial de Gamarra, este caso graficará de manera general de cómo es producir en el Perú.
Hace ya algún tiempo escuchaba a los confeccionistas en Gamarra pedir al gobierno algún tipo de subsidio al estado, ya que no podían competir con las confecciones chinas que según ellos venían a mitad de precio, la primera premisa sería que estoy en contra de cualquier tipo de subsidio, ya que eso significaría que 30 millones de peruanos tenemos que asumir el cubrir margen de ganancia de unos pocos, o mejor explicado, los ciudadanos no podemos cubrir a través del estado los niveles de pérdidas o ganancias de un pequeño grupo de privados.
Las confecciones peruanas nunca podrán ser competitivas si en su estructura de costos, el 60% son cargas tributarias, en otras palabras, si alguien va a Gamarra y compra una prenda por el valor de 100, uno deduce que dicha prenda tiene una carga impositiva de 37.50, (en el 2 de 10 ya hablamos como se pierden nuestros impuestos en actos de corrupción) habiendo sido su costo original 62.50.
En China la tasa impositiva estándar es del 13%, pero según el tamaño de la empresa también se pueden dar tasas reducidas de 9%, 6% y 3%, con esas tasas una prenda en el Perú de 62.5 al 13% se incrementaría en 8.125, al 9% su incremento sería de 5.625, al 6% su incremento sería de 3.75, y al 3% su incremento sería 1.875, en otras palabras el máximo costo posible seria de 70.63 y el mínimo posible resultaría en 64.38. está claro que, la estructura de impuesto hace que la producción no resulte competitiva ni al interior y menos en el mercado exterior, entre el IGV, ISC y los impuestos a la renta se hace inviable una economía saludable, sobre todo cuando existe un exceso en la recaudación, (solamente en el año 2022 la Sunat recaudo 157,768 millones de soles)
A esto se suma que a menores tasas impositivas, mayor será la inversión privada y la implementación de industria y manufactura que genera fuente de empleo, el Perú debe orientar su carga impositiva a un impuesto único y plano 10% para personas jurídicas y 12% para las personas naturales