Desde hace algunos años atrás hemos denunciado algunas irregularidades que se presentan en el municipio de Pasto y en muchas regiones de Colombia en el manejo de los recursos destinados a los Programas de Alimentación Escolar o PAE.
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Fuimos testigos del atropello, dolo y corrupción que se presentaba en este programa por cuanto no se cumplia con el cometido de mejorar la nutrición de los estudiantes de nuestro municipio. Estas denuncias con sus respectivos soportes fueron ignoradas o resueltas de una manera parcial. Total Mutismo de las entidades encargadas de velar por el cumplimiento de los derechos de los niños y la correcta y oportuna destinación de los millonarios recursos destinados a este loable objetivo.
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Hoy fuimos visitados por un grupo de niños de una institución educativa del municipio de Pasto con el fin de que demos a conocer algunas inquietudes referentes al PAE de nuestro municipio. Nos lastimó escuchar su clamor : "Profe, tenemos hambre ". Al preguntarles sobre su ración de alimentos del PAE se limitaron a mostrar un escualido empaque de maní confitado, una bolsa de yogourt y un pan. Productos MADE in CALI.
Nos llamó poderosamente la atención que en los tres productos se encontraba un aviso de MINSALUD en los cuales se advertía de un contenido excesivo en azúcar. Alimentos que no cumplen las mínimas condiciones de nutrición y que se constituyen en un oprobio y en una vergüenza para nuestros niños, lo mismo que en una sentida voz de alerta para nuestras autoridades.
No es posible que se asalte de esta manera tan
ruin a nuestra niñez. Que los recursos del PAE se destinen a la compra de productos carentes de las proteínas y nutrientes necesarios para el sano y correcto desarrollo de nuestros niños. Alimentos que matan, enferman y lesionan su precaria condición física y biológica. Niños con hambre que esperan unos alimentos que les brinden las mínimas condiciones nutricionales, pero que son, en realidad, un factor que atenta contra su propia salud.
Esto es un crimen, una vil irresponsabilidad de nuestros dirigentes y una muestra de la insensibilidad de funcionarios que permiten y facilitan el saqueo de unos recursos que deben ser sagrados y de estricto cumplimiento.
https://www.las2orillas.co/quien-se-roba-el-presupuesto-de-los-ninos-colombianos/
Con este PAE se está condenando a nuestros niños a padecer en un futuro de enfermedades como la diabetes o aquellas que afectan el sistema óseo y el digestivo. Niños que confían en sus mayores y esperan un trato digno y decoroso.
Es una verdadera lástima que se trate de esta manera a nuestra niños, que se juegue con su destino y se los exponga a una serie de padecimientos por causa de unos alimentos que no cumplen, reiteramos, las mínimas condiciones nutricionales.
Un niño con hambre no aprende, no socializa, no se desarrolla adecuadamente y, por el contrario, presenta síntomas de déficit de atención, ritmos lentos de aprendizaje y una pérdida irrecuperable de su cerebro y la capacidad del mismo. Igualmente el alto consumo de azúcar los impulsa a una excesiva actividad que impide una correcta y oportuna educación.
Formulamos un respetuoso, pero vehemente llamado, a nuestras autoridades educativas y municipales para que se detenga este atropello contra la población en edad escolar. Estos recursos son sagrados, intocables y alejados de la corrupción que se lleva gran parte del bienestar de nuestra niñez.
Un niño que consuma estos productos EXCESIVOS EN AZÚCAR está condenado a penosas y crueles enfermedades. Ya sabemos los estragos que este producto genera y produce en nuestra organismos, mucho más en la de niños e infantes.
Imploramos respeto por nuestra niñez, seguimiento a los recursos PAE y unos alimentos idoneos que contribuyan efectivamente al desarrollo integral de nuestra niños. Un maní, un pan y un producto lácteo con excesivo contenido de AZÚCAR es una afrenta contra su dignidad y un asalto a la buena fe de nuestra niñez.