Michael Hanline acaba de ser liberado por la Justicia de Estados Unidos tras pasar los últimos 36 años de su vida encerrado en prisión por algo que no hizo.
Los hechos se remontan a 1980, cuando Michael fue sentenciado a cadena perpetua por haber cometido un supuesto homicidio. El asesinato por el cual se le acusaba era el de JT Mc Garry, que fue cometido en 1978.
El tribunal acusó a Michael de haber matado al hombre con dos disparos a la cabeza movido por los celos, ya que ambos salían con la misma mujer.
Pero la Justicia al fin reconoció que el ADN recogido como prueba no era el suyo y admitió que uno de los testigos directos que lo acusaban estaba bajo la influencia de las drogas.
Cuando el ansiado día llegó y la Justicia declaró a Hanline inocente, Michael quiso celebrarlo por todo lo alto yendo a por una gran hamburguesa. Es increíble verlo disfrutar con algo tan insignificante pero a la vez gratificante.
Ahora Michael quiere recuperar el tiempo perdido aprendiendo sobre nuevas tecnologías y saliendo a pescar. ¡Un plan estupendo!
Fuente: weedia.tv