Lo admito, hay algo personal entre este hombre vestido de rojo para la ocasión y con un regusto a Torquemada que no se entiende en un jerarca de una iglesia cuyo principal pensador dijo aquello de “amaros los unos a los otros como yo os he amado”.
Sus pensamientos en voz alta traspasan los límites de la imbecilidad y mis principios sobre la Libertad de Expresión se tambalean.
Si verdaderamente fuéramos una sociedad con algo de coherencia, este señor estaría en tratamiento psiquiátrico y con cinta americana tapándole la boca; hay que apuntar que dicha cinta se le quitaría para comer, puesto que no hay otro sitio para alimentarlo.
Habla de invasión, hablando de un grupo de seres humanos que huyen de una guerra prefabricada. Poco recuerda parábolas como la del buen samaritano o el pasado más reciente de nuestro país.
Recordará, sin embargo, con gozo y cierta exaltación, la labor evangelizadora de la Iglesia Católica en aquel recién descubierto continente en el que si se descuidan no dejan a nadie vivo para evangelizar.
…vete a saber si todo es trigo limpio –ha dicho.
Cuando el trigo sucio y manchado, abominable y vomitivo, despreciable y alitoso lo tiene él entre muchos de los que componen el club que preside con su insuperable capa roja.
¿Habrá algún pedófilo entre los sirios que intentan refugiar a sus hijos en Europa?
No lo sabemos.
Aunque lo que sí es patente y demostrado es que durante muchos años, siglos y milenios, muchos sacerdotes se han refugiado en la Iglesia para ejercer su poder sobre indefensas criaturas a las que han dejado para siempre un trauma difícil de olvidar.
Confundieron, como han hecho siempre, las palabras de Cristo cuando decía “dejad que los niños se acerquen a mí”.
Este hombre, Cañizares, es y está demostrado, un imbécil integral. Desde mi punto de vista, debería comulgar con dos hostias bien dadas.
En ocasiones no queda otro remedio. Es como darle un golpe a un televisor viejo cuando pierde el color, a veces le vuelve la imagen nítida ¿Quién sabe?
Del apoyo del Ministro del Interior, ya ni comento.
Fuente: www.elnuevomaojournal.info