La perpetuidad de la vida se consolidó a lo largo del tiempo como uno de los grandes desafíos de la ciencia. Y en las últimas décadas, los procedimientos y las herramientas a mano de los especialistas situaron un escenario muy cercano a esa hazaña. En una era donde las nuevas tecnologías se apoderan del día a día y lo analógico ya empieza a sonar antiguo, la inteligencia artificial parece representar ese camino tan buscado hacia la inmortalidad.
¿Se vivirá para siempre? ¿Habrá nuevos mecanismos para detener el envejecimiento del cuerpo? Por ahora, la vía hacia el objetivo parece estar ligada a clones, robots o también llamados humanoides.
Un grupo de científicos estadounidenses creó un proyecto en el que invitan a cualquier persona del mundo a almacenar su información, su manera de pensar, sus gustos, sus fotos, sus emociones, sus miedos en una inmensa base de datos y con el fin de, en un futuro cercano, crear una suerte de memoria artificial basada en la propia para poder ser aplicada luego a un robot o un humanoide.
“Lo que pretendemos es que cada persona pueda crear su vida en forma digital. Es decir un archivo de memoria. Nuestra misión es concientizar y explorar la cuestión de que sea posible prolongar la vida humana, empleando nanotecnologías y biotecnologías cibernéticas”, explicó Bruce Duncan, investigador jefe del proyecto, llamado Lifenaut.
“Algún día haremos copias de seguridad de nuestra mente en computadoras. Quizás llegue un momento en que los seres con inteligencia artificial y conciencia cibernética valoren su propia vida. Y llegado a ese punto, tendremos que decidir si los escuchamos”, explicó Duncan.
De esta manera, la “inmortalidad” a la que aspiran los especialistas está enfocada a la perpetuidad de la conciencia, de la esencia de una persona, instalada en prototipos robóticos.
El miedo, también presente
Pese a toda la euforia de la eternidad humana, hay una amplia gama de científicos que ven en la Inteligencia Artificial una seria amenaza a la continuidad de la raza humana en la tierra.
Sin ir más lejos, uno de los primeros detractores ante ese fenómeno es el propio Stephen Hawking, quien en el 2014 lanzó una seria advertencia sobre la posible autonomía de los robots mediante la inteligencia artificial.
“El éxito de la creación de la inteligencia artificial podría ser el gran evento de la humanidad, aunque también podría ser el último, si no aprendemos a valorar los riesgos. Si se les aplica un nivel suficiente de autonomía, los robots podrían llegar a tomar el control y se podrían rediseñar a sí mismos”, explicó el físico.
Otro científico que transita por la misma vereda es el sudafricano Elon Musk, quien aseguró: “Tenemos que ser muy cuidadosos con la inteligencia artificial. Si tuviera que preguntarme cuál es la mayor amenaza existencial para la humanidad, creo que es esa. Estamos convocando al demonio. Por eso, creo que se deben establecer políticas regulatorias muy claras, tanto a nivel nacional como internacional en todo el mundo”.
En principio, la mayor parte del ambiente parece enfocar hacia el otro lado. De hecho, Apple compró a inicios de año la empresa Emotient, enfocada exclusivamente en el desarrollo de la inteligencia artificial.
Cual piensas tu es el futuro que nos espera?
Fuente: diarioecologia.com