Una humilde patata ha entrado por derecho propio en la lista de las fotografías más caras de la historia. La publicación estadounidense Business Insider ha publicado un artículo sobre el reputado -y codiciado- retratista irlandés Kevin Abosch en el que revela que el año pasado logró vender por un millón de euros la obra sucintamente titulada como "Potato #345 (2010)". Nada se sabe acerca de su potentado comprador.
La noticia recuerda a la comentada venta de "Phantom", una bella pero aparentemente común imagen del Antelope Canyon tomada por el célebre Peter Lik. La imagen se vendió a un coleccionista privado por 6,5 millones de dólares, la mayor cantidad jamás pagada por una fotografía.
De formación autodidacta (antes de dedicarse a la fotografía Abosch trabajaba para la discográfica CBS Records cuando un buen día sus jefes le pidieron que retratara a una banda), este irlandés se ha convertido en uno de los fotógrafos de retratos más cotizados del mundo.
Su tarifas oscilan entre los 150.000 y los 500.000 dólares dependiendo de si incluyen un acuerdo de licencia comercial, reflejando el caché de una clientela en la que abundan las personalidades del cine y los millonarios de la industria tecnológica.
Las potentes fotografías con fondo negro de Abosch son especialmente populares entre las luminarias de Silicon Valley, que han contribuido a aumentar su figura hasta el punto de permitirle vender la fotografía de un simple tubérculo como si se tratara del icónico "Nautilus" de Edward Weston. Eric Schmidt, presidente del consejo de Google (ahora Alphabet) y Jack Dorsey, máximo responsable de Twitter, son algunos de los ejecutivos que se han puesto frente a su objetivo.
Estos días Abosch se encuentra en la localidad suiza de Davos retratando a algunas de las personalidades reunidas con motivo del Foro Económico Mundial. Como ha declarado jocosamente el propio fotógrafo a Business Insider, "no podía permitirme no estar aquí".
Fuente: www.quesabesde.com