He llamado el Síndrome del Líder Omega, a una situación que día a día me toca ver mi profesión de Educador Canino y se puede explicar de la siguiente manera: “especie de maltrato animal, proporcionado por el ser humano cuando este por brindar confortabilidad a un animal lo hace en función de sus propias necesidades y creencias, y no desde las necesidades físicas, psíquicas, y sociales propias a las especie de dicho animal”, proporcionándole de esta forma un problema Físico, a través de alimentación adecuada para el humano pero inadecuada para el animal (dietas vegetarianas a animales carnívoros), Psicológico, a través de no respetar cuestiones básicas en el trato del animal (insubordinar a los perros, o intentar subordinar a animales salvajes), Social, por impedir el correcto desarrollo social de los individuos (impedir una correcta sociabilización de un perro aludiendo a una errónea cuestión sanitaria, o superpoblar un espacio con animales, o aislar definitivamente a un individuo).
Líder Omega viene de la palabra líder que hace atribución a la posición más alta dentro de un grupo, y Omega refiere a la posición jerárquica más baja en la jauría lupina, como nuestro principal campo son los perros, en ellos se basa fundamentalmente este estudio, y de allí que el nombre sea tomado por el trabajo con perros y dicho nombre no necesariamente se aplica correctamente a las especies de animales no domesticadas, que en su principal diferencia con las domesticas, es que nosotros, los hombres, somos mayormente de carácter neutro en sus relaciones sociales, por el contrario del perro que es totalmente dependiente de nosotros en todas sus fases tanto físicas, psíquicas, y sociales. Hemos domesticado al perro para interactuar con él y para que el interactué con nosotros. Este último hecho tal vez sea lo que lo convierte en tabú a la hora de considerar al perro como fuente de alimentación humana.
El video que comparto es claro bajo el punto principal que me toca que son los perros, aquí podemos ver a un perrito en el regazo de un señor que al acercarse una tercera persona, se altera intentando defender al dueño y defenderse a sí mismo, cuando este lo toma en sus brazos el perrito se queda inmóvil, como si estuviera literalmente muerto, cuando lo devuelve al regazo del señor como por arte de magia el perrito retoma vida, y el proceso se repite nuevamente en todas sus aristas para el agrado y divertimiento de los humanos presentes, ni que hablar de los que ven el video que se ha viralizado. No obstante como estudioso de la conducta canina, lo que veo es que el perrito ha asumido el liderazgo sobre el señor, el cual no obstante es el que satisface las necesidades básicas de la jauría – familia como proveer casa y comida, de aquí el termino líder omega, porque él es líder proveedor pero el perrito es el que manda porque él a la vez lo ha insubordinado por su falta de jerarquía, no necesariamente porque el perrito sea dominante, es así que cuando el extraño se aproxima, como el perrito en su neotenia (cualidades de cachorros que permanecen en la adultez, el perro psicológicamente es un cachorro de lobo) no puede acceder a un verdadero liderazgo, pero ante la ausencia de un verdadero líder desde el punto de vista psicológico y social, se ve forzado a tomar esa posición e intenta defender a su pseudosubordinado y defenderse así mismo, por ello ladra y hace un atisbo de morder, no obstante la amenaza no se amedrenta e invade la última zona, el perrito entonces adopta una defensa natural extrema que es hacerse el muerto, el extraño lo toma en sus brazos, el perrito espera ser devorado en cualquier momento, no obstante sale ileso, y así vuelve con su “Líder Omega”, y la situación se repite desencadenando los mismos instintos. Fíjense lo que parece de lo más divertido para los humanos, para el perrito es una situación atroz, a la vez que el perrito demuestra estar viviendo en un sistema que le genera altas dosis de estrés por ansiedad y así una serie de desordenes psicológicos y sociales, que seguramente mas allá de lo que muestra el video, tal vez se muestren como conductas agresivas, timidez, ansiedad por separación, ladridos excesivos, destrucción de objetos, por ende este trato por parte de la persona responsable constituye maltrato, debido a que el dueño del perrito adolece del Síndrome del Líder Omega.
Si se es responsable de un animal, se debe velar por el completo bienestar físico, psíquico, y social de dicho ser, pero desde las necesidades propias de su especie, y no desde las necesidades que nosotros creemos como humanos, porque son las que satisfacen a nuestra especie.
Aldo Cecchi.
Curso Educador - Adiestrador Canino
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