Las actrices analizan el feminismo de la serie de fantasía y la función de sus personajes
Una niña soldado en busca de venganza. Una reina destronada que lucha por lo que fue suyo. Una joven víctima de la violencia de género que quiere encontrar la forma de seguir adelante. Esos son algunos de los perfiles de las mujeres que protagonizan Juego de tronos, una serie que en cuestión de papeles femeninos ofrece de todo menos princesas esperando que el príncipe azul las saque del entuerto. El enunciado de “todos los hombres deben morir” nunca fue tan cierto como en esta temporada, cuando son muchas las mujeres de Juego de tronos que toman las riendas.
“Mi madre me ha prohibido hablar más de penes”, confiesa bromista a este diario Emilia Clarke, más conocida como la madre de dragones Daenerys Targaryen. “Prefiero hablar de la presencia de la mujer en televisión porque esta serie lidera la revolución”, asegura. “Es una serie feminista. Sé que hay muchos que no están de acuerdo pero también sé que son más las mujeres que me dan la razón y por eso nos ven”, añade Sophie Turner. En la serie, la brutalidad de la violación de Sansa Stark y su muchas veces criticada pasividad no la hace en apariencia la mejor portavoz, aunque Turner no está de acuerdo. “Sobre todo me asombra que la escena se convierta en trending topic pero no hablemos de algo que ocurre a diario a mujeres de verdad.
A su lado su compañera y amiga Maisie Williams (Arya Stark) le da la razón aunque le lleve la contraria. Para ella la palabra feminismo es errónea. Prefiere hablar de sexismo para todo aquello que no es feminismo. “En la serie solo me he encontrado con grandes mujeres que me sirven de ejemplo. Como Lena Headey (Cersei Lannister en Juego de tronos), a quien sigo en Twitter desde que tenía 12 años”, confiesa Williams. Aunque es la más joven del grupo, ella también tiene seguidoras, como es el caso de Turner, que besa por donde pisa su compañera de rodaje. “Maisie me ayudó a superar los años más turbulentos de una persona, la adolescencia, delante de las cámaras. Y espero que también ocurra al revés”, relata.
Pero además de tirarse flores entre ellas, todas aseguran que como mujeres tienen mucho que agradecer una serie que en su arranque, hace seis temporadas, parecía dominada por la testosterona. Lo único que lleva mal Clarke de su personaje es lo poco que sonríe. Eso y la peluca rubia, “que da mucho calor”. Pero el resto son loas a Juego de tronos como serie y por la oportunidad que le ha brindado a su carrera. “Nos han vilipendiado de sexistas por un personaje, por un episodio, sin pararse a mirar la gran variedad de mujeres que ofrece la serie”, declara combativa. “La belleza de Juego de tronos es que somos muchas mujeres y muy pocas son un objeto”, arremete contra el status quo en Hollywood donde son pocos los papeles femeninos y menos aún los de peso.
La serie, además, ha potenciado las carreras de sus actrices y junto a su paso por Terminator Génesis, Clarke estrena en julio el drama romántico Antes de ti. Mientras, Turner ha pasado a formar parte de otro épico, este del campo de los superhéroes, como Jean Grey en X-Men: Apocalipsis. “Llámalo escapismo, lo es. Pero ambas son también historias mucho más reales de lo que parece, que añaden dragones y mutantes”, define Turner. “Sansa no es solo un personaje. Yo soy una mujer más fuerte gracias a ella”, resume.
Muertes soñadas para sus personajes
Con la de cabezas que han rodado en Juego de tronos, sus actores tienen perfectamente organizado el tema de las despedidas. “Sabemos montárnoslo bien”, afirma Clarke, que incluso en los momentos más tensos, como fue la prueba de rodaje que le dio el papel, se puso a hacer el gamberro haciendo la danza del pollo. “En cuanto recibimos los guiones nos ponemos a pensar cómo hacer de esa última escena algo memorable”, añade.
“Si el día llega, yo quiero algo épico. Y lleno de sangre”, se regodea Williams. Turner lo tiene mucho más pensado. “En la última escena del último episodio”, detalla la mujer que quiere ser reina. “Mejor aún, quiero todo el episodio dedicado a mi muerte. Y que sea a manos de quien más quiere. Arya debería ser quien acabe con la vida de Sansa”, remata. Fuente: cultura.elpais.com