En la periferia de preparatorias y facultades de la UANL sigue la presencia de vendedores de cigarros a granel. Cabe destacar un vendedor a las afueras de la Facultad de Ingeniería Civil, que ante la complacencia de directivos, incluidos el Director, y guardias. Sigue sus labores de vendimia.
Y en los pasillos y baños de facultades y preparatorias alumnos, maestros y directivos siguen sosteniendo a la institución como un “gran fumadero”, ignorando el llamado del Rector para prohibir el consumo de tabaco en los edificios e instalaciones universitarias.
Cabe destacar que existe la excepción de la regla, ya que en la Facultad de Derecho y Criminología se está realizando una intensa campaña de concientización para evitar que se fume en sus instalaciones. Valdría la pena que el Rector de la UANL “apretara las tuercas” para que los directivos “entren al aro”, por el bien de los universitarios.