Las manchas de óxido son algunas de las manchas más difíciles de quitar de la ropa. Se necesita tiempo y paciencia…
Pon atención a esta fácil y útil solución.
El jugo de limón y la sal son remedios caseros de fácil acceso, mucho menos tóxicos y con frecuencia dan grandes resultados. Espolvorea sal sobre la mancha, exprime el jugo de limón sobre la sal y pon la prenda al sol para que se seque. Esto funciona mejor en ropa que no destiñe.
Ensaya sobre una costura o lugar poco visible para ver si se produce algún desvanecimiento o decoloración. No deberías tener problemas con telas blancas o de color crudo.
A veces las manchas de óxido no se pueden eliminar mediante un lavado normal con agua. Si después de tratar, las manchas siguen apareciendo repite los pasos. No pongas la ropa en la secadora ya que el calor fijará las manchas. El uso de cloro la hará permanente.
Algunas manchas de color óxido no son causados por el óxido. Manchas de azúcar y peróxido de benzoilo (medicina para el acné) caramelizados pueden verse como el óxido. Investiga un poco antes de tratar estas manchas.
Prueba con estos ingredientes caseros y recupera las prendas que creíste haber perdido.
Fuente: veintipico.com