Dice Pepe Mujica que el “el problema no es Trump, sino la gente que lo sigue”. Estoy medio de acuerdo con Mujica, el problema no es Trump, pero tampoco es la gente que lo sigue. El problema es la gente que le teme a Trump. Medio mundo parece conmocionado porque ganó Trump. Nadie parecía conmocionado cuando Hillary Clinton avisó lisa y llanamente en uno de los debates presidenciales que empezaría la Tercera Guerra Mundial y que acabaría con todo el planeta por acabar con Rusia. No vi gente protestando en las calles, no vi a nadie escribiendo artículos avisando que se acercaba el fin del mundo, no vi a ningún periodista resaltando este horror en una nota o en un comentario, tampoco oí a don Pepe decir que el problema no era Hillary sino la gente que la seguía, no escuché a nadie vociferando que Hillary Clinton debía ser asesinada, como están haciendo ahora con Trump.
Si algún periodista o el mismo Pepe Mujica hubiera seguido en detalles los debates entre Hillary y Trump hubiera caído en cuenta de la amenaza que representaba Hillary Clinton para todo el planeta. Estábamos a un avión derribado de distancia de que empezara un holocausto nuclear y global por una chispa prendida en el Medio Oriente. Hillary había anunciado que impondría prohibiciones de vuelos de aviones en una franja aérea de Siria, así no más, por mera voluntad imperial, sin ONU, sin Rusia, sin consultar al país agredido. Incluso alcanzó a acusar a Trump de ser un “títere de los rusos”. Los que ahora protestan porque ganó Trump ni se dieron por aludidos, cuando Trump expresaba exactamente lo contrario, que había que mejorar las relaciones con Rusia y no empezar otra guerra.
La verdad llana y transparente es que la campaña de Hillary Clinton fue una gigantesca campaña psicológica ejercida a través de TODOS los medios de comunicación corporativos gringos y repetida por los loros locales por todo el planeta para demonizar a Trump. El problema entonces no fueron los seguidores de Trump, sino los seguidores de la Clinton quienes fueron engañados a través de las encuestas sobre la inevitabilidad del ascenso al poder de la Gran Hillary Clinton, sin cuestionarse en absoluto el holocausto que esta mujer estaba anunciando.
Me pregunto si don Pepe Mujica siguió las revelaciones de Wikileaks sobre la manipulación de la campaña electoral por parte del campo Clinton y de todos los trucos sucios que llevaron a cabo para tratar de llevar a esta moderna Lady Macbeth al poder. Todos los medios de prensa se dedicaron a ensuciar a Trump y a ocultar los crímenes de Hillary Clinton. Ayudaron a que derrotara de manera sucia a su rival socialista, Bernie Sanders, en las elecciones primarias pasándole de antemano las preguntas de los debates, al igual que lo hicieron durante los debates con Trump. Les importó un pepino los discursos pagos de Hillary Clinton ante Wall Street donde hablaba de que había que tener dos posiciones frente a las políticas: “una pública y una privada”. La privada y la verdadera era la que les contaba a los banqueros, la pública era la posición con la que engañaba al pueblo. Hillary estaba en los bolsillos de Wall Street, recibiendo millones de dólares para su campaña y su lucro personal, mientras en los debates hablaba de que combatiría a la corporaciones, otra de sus mentiras. Wikileaks también reveló que la Fundación Clinton parecía más bien una asociación de criminales, ya que se estaban robando la plata que recibían para hacer “caridad”, donde el 90% del dinero recibido para la reconstrucción de Haití desapareció como por arte de magia. También reveló Wikileaks que Hillary y su marido recibió cada uno un millón de dólares de gobiernos represivos y fascistas del Medio Oriente, Catar y Arabia Saudita, ¡los mismos que estaban dando dinero al Estado Islámico. Lo que es más, Hillary, como Secretaria de Estado, les vendió armas a esos países después de sus generosas “donaciones”, armas que fueron a parar al mismo Estado Islámico, lo que en verdad demostraba que el gobierno de Obama y su Secretaria de Estado, ¡patrocinaban al Estado Islámico! Sí, el mismo Estado Islámico que ha asesinado, descabezado, torturado, destruido, violado y servido como pretexto para el bombardeo diario de Siria, el desplazamiento de millones de personas y el asesinato de cientos de miles más. Sin embargo, no vi en las calles protestando a esta gente que ahora protesta por el triunfo de Trump en las elecciones. Trump peleó en solitario contra todo el fraude, mentiras y propaganda en su contra patrocinados por lo que él llama los “globalistas” o sea los patrocinadores del Nuevo Orden Mundial: Los grandes banqueros, las grandes corporaciones, Los Rockefeller, los Rothschilds, los Illuminatis, la Fundación Bill y Melinda Gates, los mismos que quieren “reducir la población del planeta” a dos billones de personas, en resumen los que nos están asesinando con guerras, vacunas, pesticidas, glifosato, glutomatos, fumigaciones con aluminio, etc. Por eso, Trump tenía que ser demonizado, Hillary era la candidata del continuismo, la guerra y la destrucción del planeta y por eso fue el Washington Post, Univisión, las cadenas CBS, ABC, CNN lanzaron su guerra psicológica contra Trump, pintándolo como el demonio que necesitaba Hillary Clinton para que ella fuera elegida presidenta. La gente que solo lee noticias corporativas y que no investiga, los periodistas que tan solo repiten y hasta expresidentes como Pepe Mujica, que en su sapiencia cayó en la trampa de la propaganda, no pudieron entender por qué ganó Trump las elecciones de los Estados Unidos: Creyeron que el ascenso de Hillary al poder era inevitable, según la prensa, Hillary era una sabia y Trump un idiota. Al ver que Trump había ganado, se sintieron confundidos, llorosos, amargados, exasperados, ¡sin notar que habían sido engañados por la misma prensa que leían que los había llenado de falsas expectativas!
Mientras las encuestas decían una cosa, obviamente falsa e inflada, tratando de mostrar que Hillary Clinton tenía las elecciones ganadas, o como dijera el sionista dueño de Univisión, gran donador de la campaña de la Clinton y propagandista de la misma: “La cuestión no es si va a ganar Hillary, sino cuándo va a ganar”, los estudios sociopolíticos, de inteligencia artificial y de medios sociales, daban como seguro ganador a Trump. Hillary Clinton representaba el continuismo de políticas nacionales fallidas y de políticas internacionales de agresión y de guerra que estaban desgastando a los Estados Unidos, al igual que los mal llamados “tratados de libre comercio” que por un lado estaban acabando con los países chicos, pero desangrando a los Estados Unidos frente a países poderosos como la China. No es casualidad que Trump señalara que los trabajos gringos se habían ido con las fábricas a China o a México y que esto resonara entre los trabajadores parados de múltiples regiones de los Estados Unidos que habían vivido en carne propia la pérdida de sus empleos. Lo que es más, durante la caída de la burbuja de vivienda de 2008, el criminal Barack Obama en vez de ayudar a las familias que estaban perdiendo sus casas y sus ahorros de toda la vida con bancos agresivos y codiciosos, ¡se compadeció de los bancos y les dio billones de dólares por sus ‘pérdidas’ y no dio ni un dólar a las familias que lo perdieron todo! Hillary representaba el continuismo de Obama y del proyecto del Nuevo Orden Mundial:
1-Un solo gobierno supranacional dominado por la ONU y los Tratados de Leoninos de Libre Comercio;
2-Desestabilización de los países que no siguen la línea de Washington, incluida la guerra contra los mismos bajo cualquier pretexto, como en el caso de Libia, país destruido por Obama y Hillary Clinton, su líder, Gadafy, violado y asesinado por agentes pagos de los Estados Unidos mientas Hillary Lanzaba carcajadas histéricas regodeándose de su muerte: “Vine, vi, ¡él murió!” (Sigue la carcajada de una desquiciada mental).
El país más próspero y secular del Norte de África, está hoy reducido a las cenizas, con 1700 milicias sembrando el caos y el terror por todas partes y sin gobierno funcional;
3-Unido a lo anterior está el retorno del “terrorismo” para mantener a la población constantemente aterrorizada y sumisa, “terrorismo” patrocinado por las mismas agencias de inteligencia que dicen combatirlo;
4-Envenenamiento masivo de poblaciones, ciudades, países por medio de vacunas que dicen que “es para prevenir”, pero en verdad causan enfermedades peores que las que dicen que están previniendo. El objetivo: Acabar con las mujeres en edad reproductiva, por ejemplo con el Gardasil, vacuna contra el VPH, que seca los ovarios y esteriliza a las mujeres, fumigaciones constantes con metales pesados que como una lluvia del infierno envenenan la tierra, el agua, los alimentos y las personas, bajándoles las defensas y haciéndolas propensas a todo tipo de enfermedades, por ejemplo, enfermedades respiratorias y cáncer;
5-Control de los alimentos por medio de semillas genéticamente modificadas y patentadas, que no se pueden reproducir y que son resistentes a venenos como el glifosato, el cual de paso envenena a quien consuma los alimentos así producidos. Las semillas patentadas quitan a los países sus propias semillas y crean una dependencia alimentaria. Por ejemplo, países como Colombia ya no producen ni trigo ni cebada, están arruinando el campo y envenenándonos con estos productos contaminados.
Entonces, la pregunta es, ¿son los seguidores de Donald Trump el problema o somos nosotros mismos por dejarnos someter de un poder colonial que nos lava el cerebro, nos pone de parte de su demonio de turno, después nos pone a llorar si ese demonio pierde, después nos incita a asesinar al que lo denunció aunque hasta el momento NO haya hecho absolutamente nada? Es el caso típico de los esclavos que están a favor de su amo, no importa que su amo termine castrándolos, violándolos o matándolos.
George Well hubiera saltado de su tumba al ver que 1984 era una profecía que se quedó corta de cómo todo un pueblo puede ser manipulado, controlado y enfermado cuando cree que “la Paz es la Guerra y la Libertad es la Esclavitud “, a lo cual podemos añadirle, cuando cree que los mismos que que los están asesinado son sus salvadores. Hillary era el holocausto no la salvación. Trump no sabremos que será, pero su primera acción no será empezar una guerra atómica que pueda acabar con el planeta, a Trump le interesa estar vivo, a los necrofílicos neoliberales les interesa vernos muertos.
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