El 19 de marzo del año 2016 llegó el día tan esperado por los alumnos cursantes de cuarto semestre de la carrera Administración, de las secciones 01 y 02, perteneciente al Programa de Ciencias Sociales de la UNELLEZ VIPI, San Carlos; a las 07 de la mañana comenzaron a concentrarse en las inmediaciones de la Plaza Miranda, ubicada en la Avenida Bolívar de la capital cojedeña, a la espera de la llegada del transporte de la universidad el cual trasladaría a los entusiastas alumnos a su destino, un grupo bien variopinto de hombres y mujeres, de diferentes edades, provenientes de diversos sectores de nuestra geografía regional pero todos con un mismo fin: participar en una actividad de integración comunidaduniversidad en el sector Palma Potrero, del municipio Ezequiel Zamora. Los preparativos se realizaron con varios días de antelación, la sección 01 se encargó de organizar cotillones, pinta caritas y juegos tradicionales venezolanos para los más pequeños, por su parte, la sección 02 preparó con el aporte de los alumnos, una cesta de productos básicos para rifarlos entre los asistentes de la comunidad, un grupo de esta sección fue el encargado de amenizar al público adulto con adivinanzas, juegos y oraciones, así como de llevar la costilla de res para la deliciosa sopa a leña, como es costumbre en el llano venezolano, la cual sería acompañada por supuesto de las verduras que cosechan los habitantes de la zona en estas nobles tierras de las pampas cojedeñas. Llegadas las 08 de la mañana, emprendieron el viaje hacia Palma Potrero, vía Manrique, la primera escala se realizó en las afueras de la Escuela Básica de La Palma, donde se unen al grupo de alumnos, las madres de esta actividad, las profesoras: Carmelina Lanza Moncada y Teresa Ereú cariñosamente conocida como La Profe Teresita, quienes por medio del Centro de Saberes Comunitarios, realizaron los enlaces necesarios con los voceros de la comunidad a fin de materializar esta idea que tenía a los participantes emocionados desde inicios de semestre. Prosiguieron el viaje atravesando una carretera de tierra, podía sentirse el sabor a llano a flor de piel, en los alrededores de la vía se podían observar las casas con amplios terrenos fértiles donde se cosecha el emblemático mango, yuca, topocho, auyama y el infaltable ñame que se deshace en el paladar, los cuales más tarde serían servidos a los comensales en el cruzao´ de costilla y gallina que con su sazón prodigiosa prepararían las mujeres del sector; transcurridos varios minutos llegaron al sitio de encuentro con la comunidad, era un espacio amplio con un galpón abierto y al fondo unos potreros de ganado vacuno, rodeado de altos y frondosos árboles que les darían sombra a los asistentes durante la actividad. Las profesoras Carmelina y Teresita coordinaron con los voceros para que la actividad planificada se realizara el 19 de marzo, día en que se celebran las fiestas patronales de la comunidad en honor a San José, a quienes los pobladores le rinden tributo y devoción. Después de la presentación de rigor y sin mucho tiempo que perder, con el ímpetu del estudiante universitario, se dio inicio las actividades, ya el fogón estaba ardiendo y la olla sobre él comenzó a llenarse de carnes y verduras que no se hicieron esperar; los alumnos de la sección 01 comenzaron a pintarle las caritas a los niños del lugar, para luego hacer con ellos carreras de saco y carrera del huevo y la cuchara, premiando a los ganadores y asistentes con los cotillones de golosinas que ellos con mucho cariño habían preparado; por su parte los alumnos de la sección 02 estaban conversando con algunas señoras de la comunidad para conocer un poco más de su historia y que esta valiosa información le sirviera para las actividades que llevaban preparadas, la integración de hombres y mujeres superó con creces las expectativas, dejaron la pena a un lado y fue así como participaron en rifas alusivas a la celebraciónue se llevaba a cabo, jugaron a la papa caliente, adivinanzas, escucharon a la profesora Teresita que sorprendió a todos recitando El galerón con una negra del insigne poeta venezolano Aquiles Nazoa, “de Cazorla a Palo Santo, desde Guachara al Cajón no hay negra que baile tanto como mi negra Asunción” comenzó su intervención que fue de agrado para todos los presentes, esta participación dio paso a una oración en honor a San José y sirvió como antesala a la celebración de la eucaristía por parte del padre Hernán Rodríguez, en la misa se bautizaron a dos niños de la comunidad que fueron acompañados por al menos una docena de padrinos. Al finalizar los actos religiosos se daba por terminada la participación de los alumnos al son de violín tramao´ y degustando el esperado cruzao´ de costilla con gallina que impregnaba el lugar con su aroma. Muchos de los alumnos vivenciaban por primera vez este tipo de actividades, el llano, la tierra, un bautizo bajo la sombra de un árbol a mediodía, al lado un fogón con sopa para todos y al fondo las vacas que veían todo desde la cerca de su potrero; la alegría y algarabía era la emoción que reinaba en el lugar, la prueba vívida de que la universidad no se debe limitar a cuatro paredes y un techo, al aula de clases, que el ir más allá humaniza a los alumnos y les hace ver realidades y entornos que no deberían serles ajenos; esta patria de Bolívar requiere de personas con alto sentido de responsabilidad, comprometidos con el desarrollo de su comunidad, sensibles a la realidad de su entorno, conocedora de sus costumbre y raíces, que sea capaz de convertirse en multiplicador del amor por su tierra, que haga de este sentir la UNELLEZ nuestra de cada día