Si hay algo que escucho y veo cada día en las experiencias compartidas es que cometemos el error de querer conocer a alguien sin conocerlo realmente. Ya que hemos previamente determinado mentalmente como queremos que sea.
Y ahí vamos por el mundo diciendo quiero que sea rubio, de ojos color miel, fuerte, cariñoso, amable, apasionado, con un trabajo estable, de sonrisa amplia, que sepa expresar sus sentimientos y blablablá. Ni hablar las características que buscan mis amigos hombres en las mujeres que en un 80% son físicas y a veces hasta del 20% restante, pueden llegar a prescindir.
A medida que crecemos en vez de darnos cuenta que esto no es algo posible, le vamos añadiendo más ingredientes para la preparación de aquel SUPUESTO ideal que construimos en nuestra mente. Y entonces como si fuera una lista de quehaceres vamos tildando si cumple o no con los requisitos. Si es o no tal cual deseamos. Si cumple o no nuestras expectativas pre definidas.
Este quizás sea el punto más difícil de vencer, aunque todos presenten sus dificultades.
Cuando vamos a comprarnos zapatos sabemos el número que usamos, que color nos gusta, igual con la ropa; con la comida, con distintas cosas que consumimos. Y así es como vamos pidiendo nuestros gustos a demanda, cada vez que lo necesitamos.
Pero no se han puesto a pensar en la locura que implicaría hacer algo así con personas?
Por estar buscando algo que PROBABLEMENTE no existe nos vamos perdiendo de encontrar las posibles realidades de cada día.
Conocer a alguien debe implicar eso mismo: CONOCERLO.
Aprender cómo es. Su historia. Sus sueños. Qué le gusta y que no. Qué hace. Qué le gustaría hacer. Cuáles son sus días buenos. Cuáles los malos. Qué dificultades tiene frente a qué cosas. Qué música escucha. Cuáles son sus hobbys.
Erróneamente también suele creerse que la pareja ideal es aquella con la que se comparte todo o casi todo. Como dije al inicio de este viaje, esta bueno unirse pero no debemos olvidar jamás que cada uno ES, con diferencias y similitudes, con encuentros y desencuentros.
Y si te pones tan firme buscando que se cumplan todos tus deseos de la forma en que fue que los pensaste, te vas a perder de conocer mucha gente y por lo tanto de tener muchas experiencias. Ojo. No todos tienen que ser amores, hay amistades, hay salidas de vez en cuando, hay de todo un poco.
Y saliendo al mundo es que se aprende de esta diversidad. No cataloguemos una relación al minuto que ha iniciado. Veamos qué es lo que se ha presentado antes de ponerle un nombre.
Y no caigamos más en el error de quedarnos con “lo mejorcito que encontramos” siendo esto lo más parecido a lo que CREEMOS que queremos, en vez de darnos la oportunidad de conocer a alguien solo para ver qué puede llegar a pasar.
De las experiencias que he tenido he aprendido a no salir con quien ya sé que NO me interesa. Yo sé cuando alguien me llama la atención y cuando no. Sé que se siente que alguien te mire y te ponga a temblar, te acelere el corazón o te saque una sonrisa en cualquier momento solo por pensar en algo que dijo o hizo.
Entonces si no me provoca eso, no salgo a “probar” nada.
Puede que más adelante ocupe un espacio que ahora no. Pero si ahora no, no lo fuerzo. Simplemente porque SIENTO que no es el momento.
En cambio cuando alguien me llama la atención, si siento que nos entendemos en un nivel en el que aún no han inventado las palabras suficientes para describirlo, entonces: VOY A POR ELLO, como dicen los españoles.
No dudo un segundo en caminar por el trampolín, tanteando si el otro percibe esa conexión que sentí. Si las señales que me da son acertadas, si él también tiene curiosidad por conocerme, si sonríe sólo por ver un mensaje mío en su teléfono por ejemplo, entonces voy PARA ADELANTE como decimos en Argentina.
Y no importa quién es o qué hace. Hubo algo más allá que me toca más acá y entonces tengo que salir a descubrir mejor QUÉ es eso que me une a esa persona.
A veces quienes nos llaman la atención no tienen esas características que una vez pensamos que era lo que queríamos encontrar en un AMOR. Entonces no concretamos la cita sólo porque el chek list, está incompleto.
Permítete conocer lo desconocido, es de la única manera que se aprende a ENCONTRAR sin BUSCAR.
Qué pasa si es alguien que tu entorno puede NO aprobar por alguna razón? Si debes continuar es algo que te dirá SOLO tu corazón, ayudado por tu mente que te dará la pauta de no hacer algo que pueda lastimarte.
OJO. Hay que ser precavidos, pero también arriesgados. EQUILIBRIO. Un poco de cada ingrediente.
Hay que saber cuáles son los límites de uno pero a la vez jugar siempre a correrlos un poco más. Porque si siempre estamos en la misma frontera, poco conoceremos de lo INMENSO de allí afuera.
Que la ANSIEDAD no te robe la experiencia de conocer lo que SIENTAS verdadero.
Y aquí detengámonos un poco para saber que si conocemos a alguien que nos hace sentir la vida a cada instante como algo fabuloso, al menos debemos tener la paciencia necesaria para que el vínculo pueda construirse, de a poco, ya que los tiempos de uno pueden no ser los del otro.
Y entonces buscar y apoyarse en los PRO y no anularse o detenerse en los CONTRA.
Siempre que valga la ALEGRÍA como me gusta decir a mí (y no la pena).
Solo TÚ sabes lo que te hace feliz. Está bien escuchar las opiniones de los demás para tener miradas o perspectivas que solos no hubiéramos pensado, eso está bien.
Pero NO dejarte llevar por lo que otros creen o quieren que hagas.
Ojo con hacer caso ciego a consejos de quien sea, porque el único que debe decidir cómo vivir tu vida eres tú!
Otra ansiedad suele presentarse en el tiempo que llevas conociendo a alguien.
Quién determina los tiempos? Quién dice o sabe cuánto lleva conocer a alguien en particular?
Quién sentenció que deba aplicarse la inmediatez de la productividad cuando hablamos de sentimientos?
Cuál es el apuro para comprender y vivir las emociones?
Tanta gente has cruzado con las mismas cualidades, tantos te han hecho temblar así de solo verlo? Estas apurado para ir al encuentro de alguien más que te provoca lo mismo? A la vuelta de cada esquina encuentras con quién conectar de esta manera?.
No lo creo. No lo siento. Al menos no es así en mi caso. Entonces cuando pasó he sabido detenerme y contemplar.
Conocer a alguien cómo es y no como quería que fuera.
Vivir con él lo que se pueda vivir y no lo que hubiera deseado se pueda.
No he sentido perder el tiempo. Solo ganar una nueva experiencia. Por primera vez en la vida me entregué a CONOCER a alguien y fue un aprendizaje enorme.
Por primera vez intenté fervientemente no ubicarlo en ningún estereotipo, sino descubrir día a día quién era esa persona que me miraba. Quién era más allá de su trabajo, sus estudios, su familia, sus cotidianidades.
Dejemos de esperar que alguien cumpla con nuestros requisitos y estemos abiertos a conocer a alguien que nos SORPRENDA.
Quizás con su sonrisa, el brillo de sus ojos, con su historia o la forma de encararla cada día.
Celebremos las similitudes, respetemos las diferencias.
CONOZCAMOS
No limitemos, no encasillemos.
Es AMOR no es un par de zapatos. No se elije el color para la ocasión ni el número que te queda cómodo.
ES AMOR
VIVAMOSLO COMO SE MERECE, CON MÁS CORAZÓN Y MENOS MENTE.
Estás listo para probar?
Espero que sí, deseo que dejes de buscar lo supuestamente PERFECTO y que puedas salir al encuentro de lo VERDADERO.
Autor: Luciana Martina
Fuente: www.facebook.com
