El presidente ruso, Vladímir Putin, promulgó una ley que despenaliza la violencia doméstica, proyecto que ha causado polémica entre los activistas de derechos humanos.
Según la nueva ley, las agresiones que causen dolor físico y dejen moratones, arañazos o heridas a la víctima no serán consideradas un delito, sino falta administrativa.
Anteriormente, la ley contemplaba una multa mínima, el arresto administrativo por un plazo de 3 días, cuando antes el agresor atacaba y causaba daño a una mujer. Si embargo, de acuerdo a los expertos en violencia de género, el 90 por ciento de las denunciantes no acuden a los juzgados porque el procedimiento es muy engorroso y nunca llega a buen puerto. Por esto se ha suspendido.
Las autoras de la iniciativa -dos diputadas y dos senadoras- argumentan que tan sólo quieren despenalizar las palizas que a pesar de causar daño a la salud de las víctimas, no tienen horizonte en el ámbito judicial.
Una de ellas, Olga Batalina, considera suficiente un castigo administrativo cuando el agresor no tiene intención de "infringir daño" a la víctima.
"Le pega, es decir, le quiere", reza un famoso dicho popular que es utilizado de manera recurrente por la policía cuando una mujer se persona en una comisaría para denunciar a su marido por una paliza.