Aunque muchas personas consideran que la mediciona no es tan efectiva como parece, es sumamente importante consultar a un especialista antes de automedicarse, y más si existe un niño implicado.
Actualmente existe una conmoción en Bélgica tras la muerte de un bebé por desnutrición después de que sus padres le impusieran una dieta sin gluten. Al parecer, los progenitores decidieron ignorar las recomendaciones de los especialistas, que recomendaron que el niño tomase leche natural; y prefirieron obligarle a alimentarse a base de una dieta alternativa que incluía la leche de quinoa que vendían en su tienda de productos naturales.
"Los padres alimentaban a su hijo a base de leche de avena, leche de arroz, leche de alforfón, leche de sémola o leche de quinoa"
Al parecer, en poco tiempo el pequeño llegó a pesar la mitad del peso recomendable para un niño de su edad, en concreto cuatro kilos. A pesar de que el bebé jadeaba por gases y se quejaba continuamente; los padres no se plantearon consultar con un médico y le colocaron una estampa de la virgen en el pañal.
Cuando los médicos realizaron la autopsia del cadáver, pudieron evidenciar que el menor se encontraba con el estómago completamente vacío y que no contaba con los nutrientes necesarios para poder haber salvado su vida.
Por todo ello, la Fiscalía les ha culpado del suceso tras considerar que ellos son los responsables de suministrarle la comida equivocada al niño e inventarse una dieta que en ningún caso puede considerarse recomendable para un bebé de la edad de este retoño.
Otro de los puntos en los que se sustenta la acusación se basa en que "los padres determinaron su propio diagnóstico de que su hijo era intolerante al gluten y tenía una alergia a la lactosa", cuando ningún especialista había llegado a tal conclusión en ningún momento.
"A veces ganaba un poco de peso, a veces perdía un poco. Nunca deseamos la muerte de nuestro hijo", ha relatado la madre Sandrina V. entre lágrimas. Mientras tanto, el padre afirma que no actuaron porque "nunca notamos nada inusual".
Mientras tanto, la Fiscalía no comprende por qué, cuando el niño se encontraba ya moribundo, sus progenitores no acudieron al hospital más cercano y prefirieron cruzar todo el país para consultar a un especialista homeopático (una polémica rama de la medicina que no cuenta con evidencias científicas para muchos especialistas).
No alimentaban a su hijo
A pesar de que los padres consideraban que este tipo de alimentación era la más adecuada para su hijo, lo cierto es que el pequeño no tomaba los nutrientes necesarios.
El bebé murió con tan solo cuatro kilos de peso"El bebé murió con tan solo cuatro kilos de peso"
El abogado de la pareja ha afirmado que los padres pensaban que su hijo padecía un problema alimenticio (aunque no hubiesen contactado con ningún especialista), y por ello terminaron administrándole leche de avena, leche de arroz, leche de alforfón, leche de sémola, leche de quinoa... en definitiva: toda la gama de productos que vendían en su tienda.
Sin embargo, la gastroenteróloga infantil, Elisabeth De Greef, ha relatado al diario Metro lo siguiente: "Este tipo de leche, que se puede comprar en un supermercado, no contiene las proteínas necesarias, minerales y vitaminas que necesitan los bebés. No se ajustan a los lactantes y, por lo tanto, no son adecuados".
Mientras tanto, los profesionales esperan que esta noticia sirva para persuadir a otros padres de no cometer los mismos actos que estos progenitores.
Fuente: www.losreplicantes.com