"Como nuestro no al muchacho le importó tres carajos, volvió y la agarro a mi amiga, también por la cintura." Es el relato textual de una joven argentina la cual terminó con un puñetazo en el ojo por no querer bailar con el joven.
"El viernes a la noche salí con una amiga a Mute en 13 y 47. Eran más o menos las 4 de la madrugada, estábamos bailando y se nos acerca un chico, la saca a bailar a mi amiga, le dice que no, me agarra de la mano a mi, le digo que no también. Al rato vuelve y me agarra de la cintura, ya con otro tono de voz le digo que se vaya, que ya le dijimos que no queríamos bailar las dos. Como nuestro "no" al muchacho le importó tres carajos, volvió y la agarro a mi amiga, también por la cintura. Ya para esto, estábamos las dos bastante podridas, ella lo saco y yo le dije "flaco tomatelas, ya te dijimos que no queremos bailar con vos" y le pongo el brazo agarrando a mi amiga del hombro, para que no se vuelva a meter entre nosotras. El pibe atrás mío me empieza a decir "a pero esta es una loca de mierda, te haces la linda y sos horrible, no sé que te pensás que sos" porque claro, en la cabeza del pibe, el nos puede molestar todo lo que quiera que yo no puedo reaccionar, claro, si somos dos chicas que salimos, bailando solas, nos encanta que venga un completo extraño a agarrarnos por la espalda. Ignoramos todas las cosas que decía atrás mío, pero no se conformó, me agarro del brazo otra vez, ya enojada, me di vuelta y lo empuje gritandole "déjame de romper las pelotas", me doy vuelta y se acerca y me dice sos una loca de mierda y me empuja, despacio, pero provocando, la espalda. Me volví a dar vuelta lo empuje otra vez diciéndole que no moleste, que mierda le pasaba, que se las tome. La respuesta del chico fue pegarme una piña. Una sola, porque con esa ya me dejo sentada en el piso agarrandome la cara. Mi amiga me contó que no solo fue una trompada, previo a que me encaje esa, me tiró 2 piñas que no llegaron a tocarme. Gracias a que los chicos que presenciaron el echo nos separaron y llamaron a los de seguridad, pudieron identificarlo y frenarlo en la entrada. En ese momento se nos acercó el encargado que también nos dio una mano grande, llevo a mi amiga a Identificarlo, el estaba en la puerta quejándose y diciendo que no entendía porque lo sacaron del boliche. En ese momento llame a mi hermano para que nos acompañe y mientras esperábamos, un abogado que estaba en el lugar nos recomendó hacer la denuncia, por lo cual, el encargado llamo a la policía y nos acompaño hasta la comisaría 1ra de la plata. Cabe destacar la ayuda que nos brindaron tanto la gente que estaba en el lugar, como el encargado y los de seguridad que me asistieron con hielo y nunca nos dejaron solas. Ya el sábado a la tarde, después de hacer la denuncia y dormir unas pocas horas, me fui a la guardia a hacerme placas y al oftalmólogo a verme el ojo, por suerte, no tengo nada más que el golpe y unas pequeñas úlceras superficiales en el ojo, nada grave. Es horrible pensar que me tengo que conformar con ese "por suerte no me pasó nada grave" pero es lo único que puedo hacer, mientras perdía toda mi tarde de guardia en guardia, pensaba y me imaginaba que el loco ya estaba en su casa tomando mate tranquilo. Les pido que compartan esta publicación principalmente para que este chico, que se llama Samuel Ariel Marcozzi, no pueda volver a ingresar a otros lugares así, porque por el simple echo de que una mujer le diga que no , empiece a insultar y termine reaccionando con violencia."
Stefania Di Santo, desde su facebook
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