Las entidades imponen a los residentes de estos países un mínimo de tres o cinco millones de dólares para permanecer bajo el paraguas fiscal helvético. Los bancos aseguran que estos países no son fiables debido al narcotráfico y al alto grado de corrupción política existente.
Los bancos suizos han decidido cancelar las cuentas de los ciudadanos argentinos y venezolanos al entender que gran parte del dinero que viaja al país alpino desde estos dos países latinoamericanos está directamente relacionado con conductas delictivas como la corrupción política o el narcotráfico. Según las entidades helvéticas, estos dos estados son “de alto riesgo”, un hecho que aconseja poner coto a los depósitos de sus nacionales.
Las autoridades bancarias suizas, no obstante, han puesto sobre la mesa algunas excepciones que tienen que ver con la cantidad de dinero depositada. Algunos bancos han decidido que los clientes que cuentan con depósitos superiores a los cinco millones de dólares pueden seguir disfrutando de los ‘mimos’ del secreto bancario helvético; otras entidades rebajan la cantidad mínima a los tres millones.
Esta medida, que ha cogido por sorpresa a los propietarios de más de 10.000 cuentas bancarias en el país helvético, llega pocos días después de que Suiza y la Argentina acordaran intercambiar información sobre los movimientos de capital de ciudadanos sudamericanos para “evitar la doble imposición sobre la renta y el capital” de las empresas de ambos países que operen en los dos territorios de manera simultánea. Este acuerdo entraría en vigor en enero de 2015 y permitirá al fisco latinoamericano conocer los datos y movimientos económicos de las empresas y personas físicas argentinas con depósitos bancarios en Suiza.
La información sólo se facilitaría por requerimiento judicial en firme para casos especiales en los que, según se recoge en el acuerdo, haya “fundamentos sólidos” en las sospechas de origen fraudulento de los fondos o delitos fiscales. Tampoco se podrán abrir diligencias en masa, lo que limita las pesquisas de la administración fiscal a casos individuales judicialmente bien argumentados. La Argentina firmó otro convenio similar con Uruguay, hecho que provocó un movimiento masivo de capitales desde la república rioplatense a Panamá
Los ciudadanos argentinos afectados por esta medida tienen un plazo de 30, 60 ó 90 días para retirar el dinero. La notificación, aseguran algunos afectados, se realiza a través de una llamada de teléfono. En el caso de no hacer los trámites necesarios para cancelar las cuentas a tiempo, señalan, se les remitirá un cheque bancario.
Según la prensa económica local, los depositarios argentinos mantienen unas 10.000 cuentas en los bancos suizos por un valor que supera los 45.000 millones de dólares norteamericanos. Este dinero supone un 50% más de las reservas con las que, en la actualidad, cuenta el Banco Central de la República Argentina.