El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) informó en Nairobi en la reunión de la Asamblea de Naciones Unidas para el Medio ambiente (UNEA), que la contaminación marina producida por los desechos del plástico junto con la incineración de este material generan pérdidas económicas de 13.000 millones de dólares. Arrojarlo al mar aumenta la mortalidad de ballenas y delfines entre otros animales y daña también a los humanos al consumir pescado ya que los microplásticos que tienen 5 milímetros de diámetro son ingeridos por los peces. La Asamblea propone que las empresas e instituciones colaboren para controlar la llamada "huella de plástico", término que recomienda usar para controlar su uso a nivel mundial, ya que la población mundial aumenta y también el consumo de plásticos.