Tras siete años de matrimonio y tres hijos en común, han descubierto que tienen la misma madre: "Todo ocurre porque Dios quiere".
Adriana, de 39 años, y su marido Leandro, de 37, han pasado los últimos siete años de su vida juntos. En este tiempo les ha dado tiempo a tener tres hijo y ha empezar una vida en común.
Antes y después de la boda tenían un tema de conversación recurrente: buscar a su madre. Cada uno la suya. Ambos habían sido abandonados cuando eran bebés y solo sabían que su progenitora se llamaba María. La madre de ambos se llamaba igual, «¡qué coincidencia!», solían decirse en las interminables horas que pasaban tratando de descubrir quién era la madre de cada uno.
Hasta que un día, rebuscando en los archivos, y después de que Adriana se inscribiera en un programa que ayuda a encontrar el pasado de los niños desaparecidos, descubrieron la verdad: eran hermanos. Una noticia que les dejó destrozados: «Yo tenía miedo de ir a casa y descubrir que Leandro no me quería nunca más. Lo quiero mucho», cuenta la mujer a las páginas del Daily Mail.
Adriana, nombre ficticio igual que Leandro, ya que quieren preservar su identidad, al principio quiso negar la realidad: «No creo lo que me estás diciendo, él es mi marido», le espetó a la persona que le comunicó la noticia.
La pareja sin embargo no odia a la madre que les abandonó. De hecho han llegado a hablarla a través del teléfono y planean reencontrarse con ella dentro de pocos días.
Sin embargo ahora han asumido el destino: «Solo la muerte va a separarnos. Todo esto ocurre porque Dios quiere que ocurra», asegura ella. «Tenemos tantos planes juntos... Nada nos va a hacer romper. Nada».
Fuente: www.diariouno.com.ar