La enfermedad pulmonar obstructiva crónica tiene casi un solo causante: el tabaquismo; médicos expertos señalan la importancia de detectarla a tiempo, ya que no tiene cura
Después de fumar muchos años, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, conocida por su acrónimo EPOC, suele aparecer como un verdugo que busca su víctima durante largo tiempo. Al principio se siente falta de aire, silbidos, un poco de tos y flema, que muchas personas atribuyen a otros factores como la edad.
Pero la persona no suele asociar estos síntomas directamente con el cigarrillo. Y cuando lo hace, ya es tarde. Según estadísticas nacionales, 8 de cada 10 personas que la padecen no lo saben. La EPOC, que no tiene cura médica y es la tercera causa de muerte a nivel mundial, se cobra tres millones de vidas por año en el mundo y más de 5500 en la Argentina.
¿Qué significa EPOC? Enfermedad significa que puede afectar seriamente la calidad de vida de quienes la sufren, incluso comprometer su vida. Pulmonar hacer referencia a que el aparato respiratorio es el órgano más afectado. Obstructiva: significa que se cierran las vías respiratorias y Crónica que no va a desaparecer, que es una afección para toda la vida.
"La EPOC suele manifestarse en personas mayores de 40 años que hayan estado expuestos a factores de riesgo, de los cuales el más importante es el tabaquismo. Es una enfermedad progresiva y muy discapacitante. A medida que progresa, quienes la padecen pueden sentirse agotados con subir un tramo de escalera, pasear el perro o simplemente vestirse por la mañana", explicó a LA NACION Jorge Cáneva, Jefe de la División Neumonología del Hospital Universitario Fundación Favaloro.
"La mejor prevención es no fumar o dejar de hacerlo. Nunca es tarde. Dejar de fumar trae beneficios a corto, mediano y largo plazo, y permite mantener un entorno más saludable para los que están alrededor", completó Cáneva.
"Comencé a fumar desde muy chico en los años 80 y en ese entonces nadie te decía los peligros del cigarrillo y las consecuencias que tiene para tu salud a futuro. Hoy, con 52 años no puedo trabajar porque la EPOC me impide respirar en forma normal y tengo movimiento limitados", explicó con crudeza Norberto Alhueque, un ex empleado de una fábrica de muebles de oficina de Lanús que sufre esta enfermedad respiratoria crónica.
"Al principio me agitaba de más y pensaba que debía fumar menos. Pero reincidía y volvía a fumar unos 15 cigarrillos por día. Cuando la EPOC ya está en una etapa más avanzada, la dificultad para realizar las tareas simples de todos los días como vestirme, subir escaleras o cargar bolsas del supermercado, es total", agregó Norberto, explicando los síntomas de la EPOC que afecta a personas con una larga historia de tabaquismo, caracterizados por una tos permanente, expectoración y dificultad para respirar.
El doctor Eduardo Giugno, director del Hospital Cetrángolo de Vicente López, nosocomio que brinda atención especializada, en medicina respiratoria, afirmó que la EPOC tiene un impacto físico y emocional sobre quienes sufren esta enfermedad. "A medida que la EPOC progresa, disminuye la función pulmonar y la actividad física se nota seriamente limitada, lo que dificulta la capacidad de los pacientes de llevar una vida plena, interfiriendo con las tareas diarias y con su participación en las rutinas familiares. Esto puede producir en las personas sensación de miedo, ansiedad, frustración, aislamiento y depresión", precisó Giugno.
El experto indicó que la causa predominante es el consumo de cigarrillos, lo que representa entre un 80 a 90 por ciento de probabilidades de contraer este padecimiento. La contaminación, incluida la producida por el uso de la madera y el carbón, la quema de estufas y calentadores, y la exposición a una gran variedad de agentes contaminantes, representan un riesgo de contraer EPOC.
"Se trata de una enfermedad prevenible y tratable. Sus síntomas se suelen confundir con los del envejecimiento natural. Es por ello que la mayoría de los pacientes están subdiagnosticados en la Argentina y en el mundo; si estos pacientes se pudieran identificar en etapas tempranas, las intervenciones tales como dejar de fumar y otras terapias farmacológicas podrían alterar el pronóstico de la enfermedad, reduciendo los riesgos de hospitalización y llevando a una mejor calidad de vida relacionada con la salud. El tratamiento de la EPOC debe ser más temprano que tarde e incluye la rehabilitación y el ejercicio físico que tienen impacto clínico muy significativo y pueden cambiar la historia natural de la enfermedad", indicó el especialista.
DETECCIÓN TEMPRANA
"Casi el 80% de las personas que sufren la EPOC no lo saben. Detectarla en forma temprana permite recibir el tratamiento oportuno y modificar la calidad de vida de quien la padece, evitando futuras complicaciones. Todas las personas de 40 años o más que fumen o hayan fumado deben hacerse una espirometría para saber si la padecen. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden cambiar la vida de una persona con EPOC", precisó la doctora Cristina Borrajo presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.
a espirometría es un método rápido, simple y no invasivo para comprobar la función pulmonar. Se realiza con un espirómetro, que mide la cantidad y la velocidad del aire que pueden inhalar y exhalar los pulmones. Ayuda a evaluar el asma, y la EPOC. Se utiliza para diagnosticar y realizar el seguimiento de pacientes con enfermedades pulmonares.
Si bien en nuestro país no existe aún una cifra exacta de su prevalencia -con la finalidad de conocerlas exactamente la AAMR está realizando en estos momento el estudio EPOC AR- el promedio de estudios en diferentes países de Latinoamérica nos dice que un 13,6 por ciento de la población mayor de 40 años tendría esta enfermedad.
"Actualmente es la tercera causa de muerte global por enfermedades no transmisibles luego de las enfermedades por trastornos vasculares cardíacos y cerebrales. En la Argentina tiene una mortalidad informada de alrededor de 18/1000, según cifras publicadas en el año en curso", explicó Borrajo.
Carina Calabrese, coordinadora del Programa Nacional de Control de Enfermedades Respiratorias Crónicas, comentó que "es prioritario para la salud pública nacional valorar la prevalencia de esta enfermedad para intentar prevenirla, diagnosticarla precozmente y tratarla adecuadamente", y resaltó que "la EPOC no tiene cura, la cesación tabáquica es una medida de prevención clave ya que el humo de tabaco es la primera causa de esta enfermedad tanto en fumadores como en las personas de su entorno".
Los datos de la tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo publicados recientemente, mostraron un panorama alentador en cuanto al consumo de tabaco: la tasa de población adulta que fuma descendió del 30 por ciento en 2005 al 25 por ciento en 2013 y la exposición al humo de tabaco ajeno en lugares de trabajo, bares y restaurantes, e inclusive en el hogar, también se redujo significativamente pasando del 40,4 al 36,3 por ciento, en el mismo período.
Fuente: www.lanacion.com.ar