“La manzana es el diamante de las frutas”… eso es al menos lo que dice el dicho popular, su uso se extendió sobre todo en la Edad media, cuando empezó a cultivarse en grandes cantidades por sus virtudes medicinales extendiéndose su uso a todo el mundo, desarrollándose además nuevas y más variadas tipologías de manzanas.
Son saludables e increíblemente beneficiosas, su corazón exquisito, a medio camino entre la dulzura y la acidez, alberga decenas de propiedades que cuidarán de ti y de los tuyos si las consumes diariamente ¿Te gustaría saber más?
Nos ayuda a digerir grasa gracias a su ácido málico y tartárico.
Es una de las frutas con más propiedades antioxidantes, en especial si consumes la manzana roja.
Si comemos una manzana antes o después de cenar nos saciará, ayudándonos por ejemplo a conseguir un vientre plano.
Nos hidrata, tiene más de un 80% de agua.
Es diurética y reduce la presión arterial gracias al Potasio.
Posee vitamina E, conteniendo fibra soluble e insoluble.
Es muy beneficiosa si la consumimos con piel, su pectina protege nuestra mucosa intestinal.
Posee sustancias fotoquímicas que nos ayudan a prevenir el cáncer, la diabetes y baja el colesterol.
La quercetina, nos protege de problemas cardiovasculares, y enfermedades inflamatorias como la artritis.
Tardan mucho en estropearse, así que las podemos conservar varias semanas y llevarlas con nosotros en nuestros paseos o cuando hacemos ejercicio.
Remedios caseros con manzanas
“Una manzana al día mantiene alejado al médico”.
Esta es otra frase que nos trae el refranero popular, frases sabias que nunca están exentas de razón. De ahí que queramos transmitirte una serie de consejos para que te beneficies de sus maravillosas propiedades, recomendándote siempre la importancia de consumir una manzana al día.
Remedio depurativo: Su composición las hace muy apropiadas para depurar nuestro intestino y a protegerlo contra infecciones. Para ello es idóneo que las consumas asadas o hervidas, medio kilo al menos, pero cuida sobre todo que las manzanas estén libres de tratamientos químicos o pesticidas.
Manzana para evitar el colesterol alto. La Asociación Americana del Corazón nos recomienda consumir manzanas deshidratadas junto con ciruelas pasas para regular los niveles de triglicéridos y el colesterol.
Manzanas para perder peso: Tal y como hemos señalado anteriormente, la manzana tiene propiedades saciantes, de ahí que consumirla en momentos puntuales del día nos ayude a ir regulando nuestro peso. Es muy acertado por ejemplo consumirlas antes de comer y de cenar, nos la cortamos a trocitos (piel incluida) y la consumimos como si fuera una ensalada. Recuerda como siempre lavarla bien antes de comerla.
Remedio para la diarrea: Para aliviar este molesto estado podemos recurrir a una papilla de manzanas. Cogemos medio kilo de ellas, crudas y peladas, y la pasamos por la batidora para conseguir una pasta espesa que sea sencilla de tragar y de digerir.
Remedio para la tos y los resfriados. Para beneficiarnos de sus propiedades en estos estados, podemos coger una manzana, quitarle el corazón y las semillas, y en el centro, aplicarle una buena cucharada de miel. Después la vamos cocinando a fuego lento para que desprenda su jarabe natural, increíblemente beneficioso para las molestias de los catarros. Toma su jugo por las noches.
Jugo para el estrés y la fatiga. La manzana, por su alto nivel de Fósforo y Potasio, es adecuada para resolver estados de excitación y nerviosismo, para darnos fuerzas y limpiar nuestro organismo. Si cada mañana desayunas un vaso de jugo de manzanas mezclado también con el jugo de una zanahoria, verás sus resultados revitalizantes.
Mascarilla antienvejecimiento con manzana. En este caso necesitaremos una manzana verde picada y sin cáscara. La podemos pasar por la batidora para obtener una mezcla homogénea, una vez conseguida, añade dos cucharadas de miel y dos de leche. Vuelve a batir para conseguir una masa espesa. Si te la aplicas por la noche antes de dormir durante 15 minutos, notarás sus beneficios a largo plazo.
Fuente: mejorconsalud.com