No deja de sorprenderme que haya personas malvadas que maltraten a sus animales. Algunos los tratan como basura.
Esta mujer lo hizo literalmente. Tiró a su perra a la basura para poder irse a vivir con su novio.
Pero la historia tiene un final feliz, al menos para la perrita. No para la mujer. Te contamos toda esta increíble historia.
La perrita Fawna no ha tenido una vida fácil. Vivía con una mujer en Pensilvania, en los Estados Unidos, que no la trataba precisamente bien.
Sus maltratos hicieron enfermar a la perrita y al final era todo huesos.
Hasta que un día la mujer se hartó de Fawna.
Quería mudarse para vivir con su novio en Texas. Entonces metió a la perrita en la basura y la tiró.
Tres días pasó Fawna en la basura. No me puedo imaginar cómo debió de sentirse al sentirse abandonada y tirada de esa forma, por parte de la única persona con la que había vivido y que se supone que la tenía que cuidar y proteger.
Tras esos días llegó el trabajador de recogida basura, Nathan Binnie, a vaciar los contenedores.
Asombro por lo que encontró
Por suerte Nathan Binnie vio a la perra entre la basura. No podía creer lo que veía cuando pudo apreciar lo delgadísima que estaba la perrita, así que le dio la comida que llevaba para su almuerzo.
Después la llevó a la organización Humane Society of Westmoreland County donde la podrían ayudar.
La veterinaria Megan Fritz, quien trabaja como veterinaria en la organización, se hizo cargo de Fawna. La veterinaria se quedó en shock cuando vio lo delgada que estaba la perrita.
Fue sencillo identificar a la mujer que había abandonado a Fawna ya que la perrita llevaba un chip, así que la policía pudo pronto ver quién era la dueña.
Detuvieron a la la mujer por maltrato animal, y su viaje a Texas con su novio tuvo que esperar. La mujer tuvo que pagar una multa de 600 dólares, y tuvo que someterse a un examen psiquiátrico.
Una cosa es segura: Fawna no volvería con su antigua dueña.
La veterinaria Megan se encariñó mucho con ella y le dio comida, cuidados y amor. En poco tiempo había doblado su peso.
¡Pero la historia no termina ahí! Megan le había tomado tanto cariño a la perrita que decidió adoptarla.
Megan cuenta que Fawna se adaptó rápidamente a su nueva vida. Y en su nuevo hogar tiene un hermano mayor, un gran danés llamado Steve.
“Su historia es muy inspiradora” cuenta Megan en una entrevista de tv.
Megan tiene ahora grandes planes para Fawna, la va a educar como perrita terapéutica, de esa forma podrá también ayudar a otros.
¡Qué maravilloso final para esta historia! Ningún perro se merece ser tratado así. Me hace muy feliz saber que Fawna tiene una buena vida ahora.