Resulta difícil creer que el cepillo de dientes que utilizamos a diario para mantener una buena higiene bucal no es tan limpio como creemos. De hecho, cantidades de bacterias, gérmenes, hongos y virus se esconden entre sus cerdas. Esto se debe a que la boca aguarda más microorganismos que cualquier otra parte del cuerpo. Además, los cepillos de dientes suelen guardarse en el baño, donde se encuentran numerosas bacterias en el aire debido al ambiente cálido y húmedo.
De acuerdo con la Prof. Maria L. Geisinger, de la Escuela de Odontología de la Universidad de Alabama en Birmingham, Reino Unido, los microorganismos del escusado, particularmente las bacterias entéricas presentes en el intestino, pueden trasladarse al cepillo de dientes (y finalmente a la boca) mediante minúsculas gotas de agua salpicadas por el inodoro al tirar la cadena o debido a un lavado de manos inadecuado.
El virus de la influenza también puede habitar el cepillo de dientes. Cuando se padece de gripe o alguna otra enfermedad contagiosa a través de los fluidos del cuerpo, es importante mantener el cepillo de dientes aislado para evitar la propagación del virus por el hogar y remplazarlo al recuperar la salud. Es importante no compartir el cepillo de dientes.
El herpes oral, comúnmente conocido como "fuego", es altamente contagioso y puede esparcirse por vía del cepillo de dientes. La infección, que lleva al desarrollo de pequeñas y dolorosas ampollas en la boca, las encías o los labios, es permanente y los síntomas reaparecen con el tiempo, por lo que es importante su prevención.
Conforme estos microorganismos se multiplican, pueden comprometer la higiene bucal y la salud. De acuerdo con el Centro para el Control de las Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, se deben tomar las siguientes medidas para mantener la limpieza del cepillo de dientes: lavarse las manos con jabón antes y después de utilizar el cepillo o el hilo dental, enjuagar el cepillo con agua tibia y colocarlo en posición vertical para que pueda secarse, solamente utilizar cepillos totalmente secos (se recomienda tener dos para que puedan secarse en un periodo de 24 horas) y, finalmente, remplazar el cepillo cada tres o cuatro meses.
Fuente: www.muyinteresante.com.mx