PARTICIPACION CIUDADANA Y BUEN GOBIERNO
“EL SUICIDIO EN QUINTANA ROO, ARISTAS QUE CORTAN”.
Por JESUS QUINTANILLA OSORIO
«Un hombre no es uno de los representantes intercambiables de una especie, sino una persona diferente a cualquier otra, y, por consiguiente, irreemplazable. Suprimir un solo hombre es, más o menos, empobrecer la humanidad de una manera segura.»
Vandel. .
INTRODUCCION
Lorenzo se levanta temprano. Aún es de noche. Lo ha pensado muy seriamente y ha tomado una decisión.
En casa, todos están durmiendo todavía, el día está por comenzar.
Ya seleccionó la cuerda y el lugar.
Su depresión se ha acentuado conforme trascurren los días.
Sale de casa y vislumbra el árbol.
Hay un poco de brisa, aunque el calor es fuerte dentro de la casa.
En un ágil movimiento, tira la cuerda por encima de la rama que ya lleva una forma característica para su cuello.
Lleva el banquito de madera.
Sube sobre él y se ajusta la soga en el cuello.
En una última mirada, vuelve sus ojos al hogar, como si quisiera regresar.
Y entonces, patea el banquito… Con la angustia en el rostro, sus pies patalean y en un esfuerzo final, se estiran.
Lorenzo ha muerto.
Una víctima más de este macabro juego de muerte que es el suicidio: Aristas que cortan.
Él es una de las 650 víctimas fatales registradas entre los años 2000 y 2006 en una población de un poco más de 1,080,000 habitantes.
Este breve ensayo analiza el suicidio desde una perspectiva amplia y lo disecciona como un problema de salud pública de serias dimensiones.
Aporta una visión realista y proporciona soluciones.
I
CIFRAS Y CAUSAS
«El profundo deber que nos hace sentir la muerte de un amigo proviene del sentimiento de que en cada individuo hay algo indefinible, propio únicamente de él y, por consiguiente, absolutamente insustituible. Omne individum irreparabile.»
Schopenhauer.
En los primeros años del nuevo milenio, más de 650 víctimas fatales elevaron la estadística por causa de suicidio en Quintana Roo.
Mientras en el año 2000, de una población de 847963 personas, se consumaron 80 suicidios (1), las cifras han ido en aumento en lugar de decrecer, concentrándose entre la población joven, desde los 15 a los 45 años, con picos especiales de acuerdo a las cifras de COESPO entre los 25 y los 29 años, siendo mayor entre los hombres el acto consumado, y prefiriéndose el ahorcamiento como forma definitiva para quitarse la vida, siendo en apariencia las principales causas de muerte, los problemas sentimentales, disgustos familiares, las enfermedades graves y la situación económica parte de los agravantes que conducen a esta salida falsa.
Curiosamente, la mayor parte de los que cometieron suicidio, son originarios de este mismo estado de Quintana Roo, y alrededor de un 89 por ciento de los mismos, tenían creencias religiosas.
La gran mayoría de estas personas, tenían escolaridad de primaria y secundaria. En ocupaciones, un preocupante 15 por ciento, no tenían empleo, y la mayor parte de ellos y ellas, pertenecían al ramo de construcción y servicios como fuente de trabajo.
Solamente Tabasco tuvo el mismo promedio de 8.8 por ciento en la tasa de mortalidad por suicidio en 2005, contra apenas un 2.4 por ciento en el DF, un lugar de proporciones mayúsculas con respecto a Quintana Roo y cuya tasa es mínima, muy por encima de la tasa nacional del 3.4 por ciento.
Así que el caso es sumamente grave.
El mayor crecimiento de suicidios (hasta un 15 por ciento) es en los municipios de Benito Juárez y Othón P. Blanco, con una predominancia en los hombres, y muy significativo es que sólo un 5 por ciento tenían antecedentes familiares de suicidio. Las prospectivas que señalan los estudios para el aumento de suicidios e intentos suicidas, noes halagüeño, y se estima un considerable aumento.
Aunado a este problema, el uso de alcohol y otras substancias, son factores preponderantes que favorecen el suicidio, pues buena parte de los fallecidos, tenían historias de consumo de estos enervantes y las llamadas “drogas lícitas” como el alcohol.
Entre 2004 y 2006 de acuerdo al informe de COESPO (2), una gran parte de los suicidas habían consumido substancias como alcohol y drogas.
Aunado a esto, dentro de las causas, la veneración a la diosa Ixchel es un atavismo sicológico que pesa profundamente en el inconsciente colectivo, pues era en la llamada isla de las Golondrinas donde se llevaban a cabo suicidios rituales (3).
Y es igualmente preocupante, que en la capital de Othón P. Blanco, Chetumal, no exista una zona de tolerancia determinada, si no que los antros con el ejercicio de desnudos y lenocinio, estén en el mismo centro y las colonias populares, con un alto consumo de alcohol, bajo el cobijo de los poderosos dueños.
EL CASO CHETUMAL: CONDICIONES SOCIOECONOMICAS.
Chetumal, es, en la práctica, una de las ciudades con un mayor costo de vida en proporción a los bajos salarios que se devengan.
En el año 2012, el salario mínimo fue de 59 pesos en la zona B a la que esta ciudad pertenece. Comparativamente, en el estado de Chiapas, un melón cuesta 7.89 en el DF, 12 pesos en Guadalajara, y más de 15 en Chetumal. La zanahoria entre 2.80 y 3.20 en el DF y otros estados, mientras en Chetumal, oscila entre los 8 y los 10 pesos(4). En el DF el salario mínimo vigente es de 63 pesos. Un taco de guisado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, cuesta 4 pesos, y en Chetumal, el promedio de 9 pesos. Una torta de guisados, la obtienes en 4 pesos en Chiapas, y hasta en 25 pesos en Chetumal, en un puesto ambulante. Las diferencias son abismales. Este punto es superlativo en llevar al paroxismo, pues el costo de vida es alto, y los promedios salariales, bajísimos. Los grandes centros comerciales, ofrecen puestos de trabajo, pero los salarios son realmente mínimos. Las oportunidades de empleo en la ciudad capital, no son suficientes, y los que hay, son muy mal remunerados.
Existen más de 50 cantinas y “supuestos” restaurantes que en realidad son centros de consumo de alcohol, incluso muy cercanos a iglesias y escuelas (menos de los 200 metros que deberían de existir según la ley), y con horarios muy extendidos. El Boulevard Bahía de la ciudad capital , se ha convertido en una enorme cantina en la cual funciona antros que expenden licor al por mayor, sobre todo los fines de semana, con una muy alta población de jóvenes. Esto tiene sus dimensiones sociopolíticas, y debe ser reglamentado, para reducir los cada vez mayores números de accidentes automovilísticos.
En fin, las causas son diversas, desde el entorno socioeconómico, familiar y moral que priva en buena parte del Estado, pero en particular, Chetumal, sufre de un desenfreno y descontrol en el consumo de alcohol y de suicidios que urge atender.
(1) SITUACION DEL SUICIDIO EN QUINTANA ROO. RESUMEN EJECUTIVO.
http://coespo.qroo.gob.mx/portal/Otros_estudios/suicidios.pdf
(2) SITUACION DEL SUICIDIO EN QUINTANA ROO. RESUMEN EJECUTIVO.
http://coespo.qroo.gob.mx/portal/Otros_estudios/suicidios.pdf
(3) EL TEATRO POPULAR, UN RETRATO DEL SUICIDIO.
http://es.shvoong.com/entertainment/plays/1851661-el-teatro-popular-retrato-del/
(4) REPORTE DE PRECIOS DIARIOS DE HORTALIZAS.
http://www.infoaserca.gob.mx/hortalizasnacional/hna_ca1.asp
II ETIOLOGIA DEL SUICIDIO: LOS PARAMETROS SOCIALES.
“Convertirse en mucho menos de lo que usted puede llegar a ser; eso también es una forma de suicidio” Benjamin Lichtenberg
En una prolija descripción del suicidio de un popular dibujo animado (1), que finalmente fuera prohibido, podemos distinguir que uno de los parámetros de la época es realzar el suicidio como una forma de demostrar valor y energía en el ser humano.
En la novela Miau, de Benito Peréz Galdós, el personaje comete suicidio como una forma de vengarse contra quienes lo oprimen. Incluso, en películas que en su tiempo fueron taquilleras y libros de corte juvenil, se colocaba al suicidio como una forma de demostrar amor. Así “Sublime amor juvenil” termina con el suicidio del protagonista al arrojarse de un puente, por “amor”. El más popular de los dramaturgos ingleses, Shakespeare, en su “Romeo y Julieta”, lo exacerba como la meta de Romeo al ver a su enamorada muerta, ante la incomprensión de sus familiares. Sófocles, el padre de la tragedia griega, en “Ajax”, encuentra en su propia muerte una solución abyecta.
Se ha realzado el acto suicida como una ideación del ser humano. Incluso, se toma como una forma más de venganza.
Así, ese deseo de muerte contra otra persona que el suicida traslada a su propia experiencia quitándose la vida, es la manera de protestar, finalmente, contra un hecho consciente o inconsciente que le ha afectado profundamente.
Las motivaciones de un suicidio pueden ser desear liberarse de forma inconsciente, de las ataduras de una sociedad rígida, de una familia nuclear que no llena sus expectativas y donde no se ha trasladado el complejo de Edipo o de Electra a una independencia afectiva que permita determinar la propia elección del
individuo, y de muchas otras formas(venganzas personales, etc.), pero siempre trasladando ese acto de atentar contra sí mismo, en una venganza póstuma. Es, en suma, su victoria contra quien necesitaba afectar. El suicidio representa así, la síntesis de una sociedad enferma que aliena al individuo y lo suprime, con reglas y normas morales muy convenencieras y ajustadas a los patrones de conducta que se desean y que, finalmente, constituyen un escape, nada recomendable, de la vida y sus complejidades, cuando existen otras opciones para realizar las aspiraciones personales.
En una multietilogía podemos encontrar el decaimiento de la moralidad como uno de los ingredientes principales del aumento significativo del suicidio en nuestra época.
El concepto familia se diluye en un amasijo de desesperanza y sueños frustrados cuando el núcleo familiar se convierte en una lucha interna, donde prevalecen los usos y costumbres de cada quien y ya no se respeta, como antaño, las figuras de los mayores.
La sociedad cada vez más hipócrita y convenenciera, sólo habla de divorcios consumados cuando ya es muy evidente el adulterio en una o ambas partes.
Se ha diluido la compasión y existen cada vez menos personas dispuestas a ayudar al prójimo de forma desinteresada.
Hay dos formas de suicidio:
1.- Las definitivas.
2.- Las lentas.
Las definitivas son las comunes del uso de armas de fuego, ahorcamientos, venenos, pastillas, etc.
Las lentas son las que suceden con el tiempo.
Lentamente, nos están matando.
Ejemplos de suicidarse lentamente son:
1.- Hacer el dinero lo prioritario en tu vida.
Sin duda, el dinero es necesario, pero, como señala la Escritura, “raíz de todos los males es el amor al dinero”. Ganar dinero no es problema, el que se convierta en tu modos operandi, y tú única prioridad, es un error.
2.- Dedicarte a los vicios.
El alcohol y las drogas destruyen más hogares que las armas.
El alcoholismo no sólo es un mal de nuestro tiempo, pero su incremento ha perjudicado la estabilidad emocional, afectiva y económica de las familias en México
3.- Olvidarte de soñar.
“Un hombre que deja de soñar, envejece pronto”, señaló Shakespare. Debemos siempre fijarnos metas, establecer nuevos rumbos, estar dispuestos a superarnos cada día más.
4.- Dejar de superarte.
Hundirse en la mediocridad de una vida sin sentido, sin ayudarte ni ayudar a los demás, es contribuir a tu propia muerte.
5.- Perder tu propia individualidad.
Dejarse seducir por los modelos hollywoodenses es el peor de los estilos, el menos recomendable, porque obedecen a guiones estereotipados y con fuerte acento consumista.
Y existen otras muchas maneras.
La etiología del suicidio, es variable, pero parte de un principio: Negar la vida.
Suicidarse, es entregarse a la muerte sin pensar en la vida.
(1)
http://www.taringa.net/posts/paranormal/7477854/El-Suicidio-de-Calamardo.html
III COSMOVISION DEL SUICIDIO, HACIA EL ENTENDIMIENTO DE LA PARADOJA
La palabra «suicidio» se conforma de sui, de sí mismo, y cidio, del verbo caedere, que significa matar, o sea, matarse a sí mismo. Fue acuñado por François Desfontaines en el año de 1735.
Se estima que hasta las dos terceras partes de quienes se suicidan, padecían depresión y que los parientes de suicidas, tienen hasta cinco veces más probabilidades de cometer el mismo acto (1) Manet, el pintor francés, reflejó en “El suicidio”(1877), un cuadro al óleo su propia interpretación del hecho. Nueve de cada diez suicidas, tenían problemas síquicos, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno bipolar, la esquizofrenia y trastornos de depresión.
En la concepción judeocristiana, está considerado un pecado, mientras que en Oriente es una cuestión de honor. De hecho, puede existir la complicidad, y el llamado doctor Muerte, apoyaba la idea de una “muerte asistida”, la llamada eutanasia, quitarse la vida debido a una enfermedad terminal. Sin embargo, Según Guillon y Le Bonniec (1982) “el cómplice es todo aquel que, sin llevar a cabo personalmente los elementos constitutivos de la infracción imputable del autor, solamente ha facilitado o provocado la acción principal por medio de actuaciones de una importancia material secundaria: ayuda, suministro de medios o instigación”(1), lo que en términos legales, daría lugar a una sanción penal. El artículo 393 de la Ley Chilena prohíbe el apoyar un acto suicida. Las aseguradoras no hacen efectivo el seguro de vida, si la persona se ha quitado la vida por sí misma. La llamada idea de la muerte, o ideación suicida, tiene algunos de estos componentes:
La idea de muerte puede surgir por muchos motivos diferentes:
1.- Manifiesta la idea de pensamientos sobre lo vacío de la existencia y su inutilidad.
Aquí podemos recordar algunas obras de Ryūnosuke Akutagawaque terminó suicidándose en 1927 y en uno de sus cuentos, ”Los engranajes”, pedía lo mataran.
2.- Usado como vía de escape de paranoia. Se sienten perseguidos por enemigos reales o imaginarios.
3.- Como lo señalaba Freud, como un acto de venganza
4.- Como una forma de promover cambios en las actitudes o sentimientos de los demás, como sucedía durante la época de la guerra de Vietnam donde los monjes budistas se inmolaban como formas de protesta y en la novela “El embajador” de Morris West, podemos ver ejemplos de ellos.
5.- Se usa como un deseo de escapar de los conflictos propios de la vida, buscando la paz eterna.
6.- Se utiliza como una forma de penitencia para expiar culpas.
7.- Pensando en renacer en otra vida.
8.- Para ser considerado un héroe o alguien que merece el reconocimiento por este hecho.
9.- Refleja una severa caída de la autoestima, acompañada de impotencia extrema, ante un golpe al ego, es una expresión de puro narcisismo.
10.- Buscando la tranquilidad.
11.- Como lo vemos en Romeo y Julieta, un deseo apasionado de reunirse con un amado muerto.
12.- En un inútil deseo de eliminar al Yo, suprimiéndose totalmente.
13.- Buscando conmover a otros o causarles sentido de culpa.
Existen varias clasificaciones de suicidas, éstas son sólo algunas:
Los vicariantes, aquellos que ante la desesperanza, no encuentran otra solución.
Los perfeccionistas, que se sienten tan perfectos que no toleran ninguna disminución en sus atributos, son eventualmente narcisistas de pura cepa.
Los hedonistas, que basan su vida en sólo el pacer sensual, y ante su falta, se borran.
Los transicionales, que no soportan la mínima crisis.
Los sintomáticos, padecen una enfermedad mental y recurren al suicidio.
Para el padre de la sociología, Emile Durkheim, el suicidio es un problema social, y en su obra clásica, “El Suicidio”, expresa que existen cuatro clases:
Altruista.
Anómico.
Fatalista.
Egoísta.
En el caso del altruismo, Durkheim ejemplificaba a los celtas donde los ancianos preferían matarse para no ser carga al pueblo.
Anómico, cuando habla de la desintegración social del individuo.
Fatalista, ejemplo de ello es cuando los esclavos sólo encontraban esta vía para salir de su miseria.
Egoísta, es el suicidio cometido cuando no existen fuertes lazos familiares o de cohesión de grupo. Sucede en sociedades más industrializadas, donde la familia ya no es un lazo de unión importante.
Durkheim señala que mientras exista más cohesión y unidad en el grupo social, la tasa de suicidios será menor.
Requiere entonces, de empatía y de esfuerzos serios de la sociedad en su conjunto para superar esta deflagración en el tejido de la convivencia humana (2).
La paradoja es que, al suicidarse para escapar de los problemas, se envuelven en otros y provocan en sus familiares, mayores preocupaciones y dolor que una solución válida.
(1) Gillon, C & Le Bonniec, Y. (1982) Suicidio: técnicas, historia,actualidad. España: ATE.
(2)
http://es.scribd.com/doc/5301993/Emile-Durkheim-El-Suicidio
EPÍLOGO
Ante las estadísticas en las cuales el Estado de Quintana Roo, ha ocupado tristísimos primeros lugares en la consumación de suicidas y donde cualquiera de nosotros conoció a alguien que hubiera escapado por esa puerta falsa, las acciones de gobierno encaminadas a frenar dicho problema, han sido insuficientes y la participación ciudadana muy limitada, ante esas aristas que cortan profundo en el tejido social, llenando de dolor sobre todo a las capas más jóvenes de nuestra sociedad, plagada de pululantes y desgarradoras historias. El documento de COESPO propone algunas indicaciones muy válidas, pero se requiere de una labor firme y decidida, uniendo hombro con hombro, sociedad y gobierno, para no seguir en este camino que, bien definiera Durkheim como el reflejo de una sociedad desintegrada, difuminada, donde el lazo de unión que mantenía la cohesión entre los seres humanos, se ha roto ha mucho, cobijada por el egoísmo servil y el miedo, viviendo en un mundo feliz a lo Huxley, donde la muerte de otro ser humano, no provoca un cambio real. Suena duro, pero el suicidio es un reflejo del fracaso, de una humanidad empobrecida por su propia villanía. No basta con una línea 066 porque los suicidios continúan. Se requieren acciones determinantes: Frenar la proliferación de antros de vicio, fomentar pláticas obligatorias en las escuelas para alumnos y padres de familia con visitas de sicólogos y siquiatras en los centros educativos, horarios estrictos y zonas de tolerancia para antros. Es beneficioso que se estén proyectando películas en los parques populares, pero necesitamos una actividad más comprometida, donde todos nos sumemos porque todos formamos parte de la ecuación. Ya basta con seguir siendo números rojos cada año que termina.
Digamos un ¡SÍ A LA VIDA! y un enfático ¡NO AL SUICIDIO!
El tiempo de actuar es HOY.