Cuando alguien fallece, el proceso de herencia puede resultar complejo, pero es fundamental para transferir legalmente los bienes del difunto a sus herederos. Vamos a describir los trámites implicados en una herencia de una manera detallada y continua.
OBTENER EL CERTIFICADO DE DEFUNCIÓN
El primer paso en el proceso de herencia es obtener el certificado de defunción, que es el documento oficial que acredita el fallecimiento de una persona. Este certificado es emitido por el Registro Civil correspondiente al lugar donde ocurrió el deceso y es necesario para realizar cualquier otro trámite relacionado con la herencia.
SOLICITAR EL CERTIFICADO DE ÚLTIMAS VOLUNTADES
Una vez que tienes el certificado de defunción, el siguiente paso es solicitar el certificado de últimas voluntades. Este documento indica si el fallecido dejó testamento y ante qué notario lo hizo. Obtenerlo es crucial porque determinará cómo se llevará a cabo la distribución de la herencia. Si hay testamento, se respetarán las disposiciones del mismo siempre que sean legales; si no lo hay, se aplicará la ley de sucesiones del lugar correspondiente.
PASOS SI EXISTE TESTAMENTO
Si el fallecido dejó testamento, el siguiente paso es acudir al notario que lo custodia para realizar la apertura del mismo. El notario leerá el testamento en presencia de los herederos y legatarios. Es importante que todos los involucrados estén presentes, ya que se les informará de sus derechos y obligaciones según lo establecido en el testamento.
PASOS SI NO EXISTE TESTAMENTO
En caso de que no exista testamento, los herederos deberán obtener la declaración de herederos abintestato. Este es un procedimiento legal que se realiza ante un notario o, en algunos casos, en el juzgado, donde se determina quiénes son los herederos legítimos según la ley. Este proceso requiere la presentación de diversos documentos, como el certificado de defunción y el de últimas voluntades, así como la identificación de los posibles herederos.
INVENTARIO Y LA VALORACIÓN DE LOS BIENES
Una vez reconocidos los herederos y leída la voluntad del fallecido, el paso siguiente es realizar el inventario y la valoración de los bienes. Esto incluye todos los activos (inmuebles, cuentas bancarias, acciones, etc.) y pasivos (deudas, préstamos, etc.) del difunto. Este paso es esencial para poder liquidar el impuesto de sucesiones, que debe ser pagado en el plazo establecido por la ley del territorio correspondiente.
PAGO DEL IMPUESTO DE SUCESIONES
El pago del impuesto de sucesiones es imprescindible para poder proceder a la adjudicación de los bienes. Cada heredero deberá presentar una declaración del impuesto, que se calculará en base al valor de los bienes que le correspondan y su relación con el fallecido. Una vez pagado el impuesto, los herederos pueden proceder a inscribir los bienes a su nombre en los registros correspondientes, como el Registro de la Propiedad para inmuebles o el Registro Mercantil para participaciones en empresas.
PARTICIÓN DE LA HERENCIA
Finalmente, todos estos pasos culminan con la partición de la herencia, que puede ser de mutuo acuerdo entre los herederos o, en caso de desacuerdo, mediante un procedimiento judicial. En este último caso, un juez determinará la distribución de los bienes de acuerdo con la ley y el testamento, si lo hay.
Cada uno de estos pasos puede implicar una serie de procedimientos adicionales y requerir la asistencia de profesionales como notarios, abogados y contadores, especialmente en herencias que involucren una gran cantidad de bienes o situaciones legales complejas.
Fuente: www.elmundofinanciero.com