Los resultados parciales de una encuesta realizada durante 15 años a 1761 parejas muestra que en promedio, el impulso de la felicidad de la pareja de recién casados no dura más de un par de años y luego ambos vuelven al estado de felicidad anterior (algo que no es tan drástico como suena).
Este extenso estudio evaluó diversos parámetros que determinan la existencia de amor entre dos personas, desde la pasión sexual a la “adaptación hedónica”, las razones por las que dos personas se unen en un compromiso, que a primera vista parece auténtico y duradero, y sin embargo, con el paso de los años, es probable que se debilite y, peor aún, se disuelva a causa de la rutina.
Cuando las parejas casadas alcanzan el hito de dos años, el cambio natural del amor apasionado por amor de compañeros se malinterpreta como incompatibilidad e infelicidad. Para muchos, la posibilidad de que las cosas pudieran ser diferentes -más emocionantes, más gratificantes- con otra persona, es difícil de resistir. La comprensión de que su matrimonio ya no proporciona una carga de felicidad anterior es, regularmente, un motivo para la separación: evitan la previsibilidad hacia el descubrimiento de novedades y oportunidades de placer impredecible. Así terminan separándose sin experimentar las sensaciones del amor entre compañeros.
Lejos de la fantasía y la seducción propias de este tema, el fenómeno está determinado por un factor que los investigadores llamaron adaptación hedónica, un nuevo tipo de racionalización que se aplica también en otras áreas como el trabajo, la ropa recién comprada o el lugar desconocido donde se va a vivir. Como reseña Sonja Lyubomirsky, en el New York Times:
“La adaptación hedónica es más probable cuando se trata de experiencias positivas involucradas. Es cruel pero cierto: nos inclinamos, fisiológica y psicológicamente, para afrontar las experiencias positivas como un hecho establecido. No movemos mucho en dirección a lo hermoso. Haberse casado con una hermosa pareja de acuerdo con nuestras expectativas. Exploramos nuestro camino a la cima de nuestra profesión. ¡Qué emocionante! por un tiempo. Luego, como impulsado por fuerzas autónomas, nuestras expectativas cambian, se multiplican y se expanden, y mientras esto sucede, comenzamos a considerar como “realizadas” las circunstancias anteriores. “
La pasión y la excitación sexual son particularmente propensas a la adaptación hedónica. Varios estudios han demostrado que los hombres y las mujeres se sienten menos entusiasmados después de ver una y otra vez las mismas imágenes eróticas o involucrarse en semejantes fantasías sexuales. La familiaridad puede generar desprecio, pero la investigación sugiere que genera indiferencia. – “El primer beso es mágico, El segundo es íntimo, El tercero es rutina…”
Del mismo modo, hay razones evolutivas y prácticas que explican porqué el amor no puede mantenerse fuerte durante tanto tiempo, pues la obsesión alcanzaría niveles patológicos que nos impedirían realizar otras tareas de la vida cotidiana. Curiosamente, el estado de pasión tiene una gran similitud, psicológicamente, con la adicción y el narcisismo, entre estas circunstancias de no parar nunca, terminaría por generar graves daños.
Los biólogos evolucionistas creen que la selección sexual es adaptativa, y que se desarrolló para evitar la endogamia y el incesto en ambientes ancestrales. La idea es que cuando a nuestro esposa llega a ser tan familiar para nosotros como una hermana -cuando se convierte en familia- ya no es sexualmente atractiva. Además, la diferencia entre la manera en que un hombre y una mujer perciben el sexo durante una relación, obedece a la idea de que el sexo apasionado en las mujeres depende mucho más que en los hombres de la idea de novedad.
La buena noticia es que la perspectiva a largo plazo sobre el matrimonio trae beneficios incalculables. La investigación muestra que la felicidad marital alcanza uno de sus puntos más altos durante el período siguiente a que los hijos abandonan el hogar. El nido puede estar vacío, pero también lleno de oportunidades para que la pareja se redescubra.
Tal vez los resultados y conclusiones provocan controversia, además de argumentar la imposibilidad de generalizar en cuestiones de este tipo debido a la dificultad para medir las reacciones relacionadas con las emociones, pero al menos vale la pena conocer el estudio para reflexionar sobre nuestras propia relaciones, o la faltas de la misma.
Fuente: marcianosmx.com