El turco-estadounidense Aziz Sancar fue distinguido hoy con el Premio Nobel de Química 2015. Junto al sueco Thomas Lindahl y el estadounidense Paul Modrich, lo premiaron por sus estudios sobre el mecanismo de reparación del ADN, que han ayudado a crear nuevos tratamientos para el cáncer.
Sancar tiene 69 años y una conmovedora historia de vida. Nació en Savur, una pequeña localidad del sudoeste de Turquía. Su familia era pobre y sus padres, analfabetos, se esforzaban por mantener a sus ocho hijos.
"Por supuesto que estoy honrado por este reconocimiento a todo el trabajo que hice a lo largo de los años, pero también estoy orgulloso por mi familia, por mi país nativo y por el país que me adoptó. Especialmente para Turquía, esto es muy importante", dijo en una entrevista. Y claro que lo es: Sancar acaba de convertirse en el primer científico de origen turco que gana un premio Nobel relacionado a la ciencia.
Y s el segundo turco que recibe el premio Nobel, después que el novelista Orhan Pamuk obtuvo el de literatura en 2006.
Lindahl dijo vía telefónica a una conferencia de prensa en Estocolmo que el premio "fue una sorpresa" para él. "Estoy seguro de que habrá (festejos en Turquía)'', dijo Sancar. "Sí, lo preguntan desde hace años y estaba cansado de escuchar: '¿Cuándo le darán el premio Nobel?'" Así que me alegro también por mi país''.
Las vueltas de la vida podrían haberle preparado otro destino a Sancar. Es que hubiera podido convertirse en futbolista profesional, ya que el equipo nacional juvenil lo llamó para que ocupara el puesto de arquero. Pero él prefirió concentrarse en sus estudios.
Su carrera como médico y biólogo molécular la inició en Estambul, pero luego se instaló en los Estados Unidos para perfeccionarse en la Universidad de Texas, en Dallas. Actualmente es profesor de bioquímica y biofísica en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chapel Hill (Carolina del Norte).
Tiene la doble ciudadanía, turca y estadounidense. Fiel a sus raíces, es el co-fundador de la Fundación Aziz y Gwen Sancar, una organización sin fines de lucro que promueve la cultura turca y apoya a los estudiantes de ese país.
Sancar y los otros dos científicos se repartirán un premio de ocho millones de coronas suecas (unos 960.000 dólares). Junto al dinero, cada uno recibirá un diploma y una medalla de oro. Y algo que no puede cuantificarse: todo el reconocimiento internacional que recibe y que hoy lo posiciona como un verdadero luchador.
Fuente: www.clarin.com