Aunque aún faltan algunos días para que la mayoría de colombianos retomen su rutina, es importante que usted finalmente haga frente a las deudas que le generó el 2015 y sepa, realmente, cuánto le queda en su cuenta.
La época de fin de año siempre suele ser ese momento en el que la mayoría de personas quiere liberarse de la tensión, de las reglas y simplemente disfrutar. Para muchos, esto puede implicar dejar de apegarse a un presupuesto, usar la tarjeta de crédito o hasta usar esos ahorros para salir de viaje, las fiestas o comprar regalos.
Mientras otros, pueden ser un poco más cautelosos, pues saben que esos buenos momentos pasan su factura en el año nuevo y no hay nada más incómodo que empezar con dolores de cabeza por dinero y cuentas pendientes por pagar.
Y es que, precisamente, pensar en dinero, en dónde sacar para pagar deudas y cómo hacer para obtener ingresos extra genera lo que se conoce como el estrés financiero, generado por ese desorden en sus finanzas y presupuesto y, por lo general también, está gastando más de lo que está ganando.
Este “guayabo financiero” genera reacciones físicas que se manifiestan en ansiedad, depresión, aumento de la depresión arterial e incluso puede llevar al insomnio o al consumo de sustancias como el alcohol o ilícitas. Y, todos ellos, tienen el mismo origen: la preocupación por la deuda.
Incluso, según un estudio publicado de la Universidad de Southhampton, hay varios problemas de salud mental generados por el estrés financiero lo que también repercute en situaciones cotidianas como la estabilidad del empleo o establecer relaciones duraderas.
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¿Sospecha sufrirlo?
Hay niveles de niveles, por lo que es importante que usted determine, realmente, si es hora de empezar a preocuparse o si es el momento de tomar las medidas adecuadas para evitar que la situación pueda salirse de control y perjudicar su salud.
Entre los síntomas más evidentes de este estrés financiero están:
Todas las noches se acuesta pensando en cómo sacar dinero y se levanta con el mismo pensamiento (si es que pudo dormir).
Cada vez que hace algún tipo de compra, así sea básico, lo piensa dos veces y considera si realmente es necesario gastar dinero en ello.
No ha querido mirar sus extractos bancarios del último mes.
Cada vez que alguien le pregunta por cualquier cosa relacionada con dinero, usted se siente nervioso e inseguro y prefiere cambiar de tema.
Le tocó usar su tarjeta de crédito para hacer el mercado o pagar la cuota de otra tarjeta o de un préstamo.
Si es casado o tiene pareja, evita a toda costa tocar cualquier tema como viajes, salidas de fines de semana, regalos a amigos, fiestas… en sí, todo lo que tenga que ver con gastar dinero.
Tiene problemas digestivos y las úlceras y la gastritis ya se han convertido en algo común de su día a día.
Ya empezó su búsqueda de trabajo, esperando encontrar ofertas que le ofrezcan mejor nivel salarial que el que actualmente tiene. Pero también se ha visto frustrado porque no pagan tanto como creía.
Le ha pedido algunos préstamos a familiares o amigos o, incluso, ha empezado a cobrar viejas deudas.
No hay actividad o momento que logre disfrutar plenamente porque siempre está pensando en todos los costos que hay detrás de éstos.
¿Cómo hacerle frente?
Esto tiene que tratarse casi como un problema sicológico o médico. En algunos casos, incluso, los especialistas pueden recomendar calmantes o antidepresivos con el fin de controlar los síntomas físicos que pueden llegar a aparecer.
Pero también puede poner un plan por su propia cuenta, empezando por asumir su problema y reconociendo que, efectivamente, se encuentra en una situación complicada y que debe empezar a hacerle frente. Al respecto, la Universidad de Brown sugiere:
Tenga un plan
En esto, la idea es empezar a priorizar, saber qué es lo más importante y de qué debe salir primero. Una vez haya hecho esa identificación sobre las deudas que tiene que pagar con urgencia (aquí le decimos cómo saberlo), debe pensar en cómo organizarse y de dónde va a sacar los recursos para seguir ese plan. La ventaja de hacer esto es que podrá sentir que tiene su vida, nuevamente, bajo su control y ya tiene una ruta fija con la cual deberá empezar a actuar.
Presupuesto
Sabemos que puede no ser del agrado de muchos y que, apegarse a un presupuesto puede resultar algo un poco complicado (aunque aquí le enseñamos cómo). La importancia de esto es que usted tiene que empezar a obligarse a hacer un seguimiento de sus gastos diarios e identificar en esas pequeñas cosas que está gastando y que no vale la pena.
No sea tan estricto ni duro con usted mismo, encuentre una opción sencilla como un “antipresupuesto” o activar un plan los fines de semana que suele ser el momento en el que se generan los mayores “descuadres” en los presupuestos.
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No se quede callado
Si siente que su situación es realmente complicada, lo peor que usted puede hacer es esconderse o ignorar la situación como si nada pasara. Hay graves consecuencias al no pagar una deuda–más allá de ser reportado a una central de riesgo-. Comprenda lo siguiente: prestar dinero es un negocio para las entidades financieras así que ellos no van a querer perderlo, por lo que les conviene que usted hable con ellos y les comente que está pasando por un momento difícil, para que le puedan plantear alguna solución.
Al respecto, también es bueno contar con una especie de “apoyo espiritual”, o simplemente tener con quién desahogarse sobre sus problemas. Saber que alguien lo escucha y comprende su situación hará todo mucho más llevadero, porque implica reconocer su situación, comunicarla y saber que tiene un plan para ello; reduciendo las tensiones y generando una sensación de seguridad
Lo que tiene control
Seamos sinceros, en la mayoría de situaciones usted tiene dos opciones: o tener cómo actuar o no actuar porque no hay cómo. Entonces sea sincero con usted, deje la pereza de lado y empiece a realizar todo lo que está a su alcance para salir de su situación. Esto implica que si tiene opción de hablar con el banco, de apretarse más el cinturón o salir de aquellos gastos que definitivamente lo que hacen es debilitar todo.
Recuerde que para este proceso la paciencia será su mejor aliada. No espere que cambie todo en un par de días o semanas, pues se requiere de esfuerzo y de plantear estrategias distintas con el fin de dar los pasos correctos hacia su libertad financiera.
Cambio de chip
Esto es vital. Aunque a veces el panorama pueda verse oscuro y sombrío, es importante que usted cambie su mentalidad, el lenguaje que usa al hablar del dinero y su actitud. Por un lado, empiece dándole lugar y prioridad a otras cosas que le gusten, algunos hobbies o simplemente pasar tiempo con las personas que quiere, eso sí, que no incluya grandes gastos o que sean gratuitas.
Luego de esto, enfóquese por completo en resultados positivos, proyéctese en que va a poder salir de las dificultades y programe su cerebro para que le ayude a ganar más dinero. Concéntrese en sus fortalezas en vez de las debilidades y supere sus miedos. Día a día repita un mantra que le ayude a hacer realidad.
Fuente: www.finanzaspersonales.com.co