Busca las causas de la infertilidad en pareja y trata de aportar una solución respetuosa.
Ya hacía 7 años que nos habíamos casado, pero no venían hijos. Los médicos nos decían que todo estaba bien y que sólo era cuestión de tiempo.
No queríamos acudir a la reproducción asistida, así que iniciamos los trámites para adoptar a un niño peruano, que en un punto quedaron paralizados por razones políticas.
Alguien nos había hablado de la naprotecnología, pero en internet sólo encontrábamos información en inglés. Después de dar muchas vueltas, enviamos un correo electrónico a un centro de Estados Unidos preguntando si había algún doctor de esa especialidad en nuestro país, España. Nos dieron un contacto: la doctora María Victoria Mena de Zaragoza.
Ahí empezó una apasionante aventura que nos ha llevado hasta Marc, ¡nuestro hijo!, cuyo nacimiento esperamos para finales de noviembre.
La naprotecnología es un proceso científico que busca en la pareja las causas de su infertilidad y trata de aportar una solución respetuosa con la naturaleza humana.
Debe su nombre a las tres palabras que la definen: TECNOLOGÍA, PROcreadora, Natural. Y se basa en el reconocimiento previo de la fertilidad, normalmente mediante el método Creighton.
En nuestro caso, todo fue muy rápido. La doctora nos pidió nuestras gráficas del método de reconocimiento de la fertilidad Billings, que nosotros ya conocíamos, y nos citó en su consulta un día determinado de mi ciclo.
Nos solicitó muchas analíticas a los dos y cuando regresamos unos días después con los resultados, vio que a mí [Jordina], me faltaba progesterona, lo cual impedía la anidación del embrión.
El seminograma de Venancio tampoco estaba perfecto, y la doctora Mena descubrió ¡que era celiaco!
A mí me prescribió primero unas vitaminas y el ácido fólico que suele tomar toda mujer que prevé quedarse embarazada.
Y poco después progesterona; era muy importante tomarla el cuarto día después de la ovulación, para lo cual me dio unas pautas específicas -respecto al moco cervical- del método Creighton, más preciso que el Billings.
A Venancio le recomendó que probara comer sin gluten durante dos meses y después lo añadiera de golpe, pero le sentó tan bien la dieta que no hacía falta añadir el gluten para la comprobación.
Después de tres meses sin probar el gluten, volvió a hacerse un seminograma y los resultados fueron perfectos. Por lo visto, el aparato digestivo tiene mucho que ver con la fertilidad, a él le afectaba.
Seguimos estos tratamientos y coincidió justamente estar bien los dos y ¡quedarme embarazada!
¡Estábamos tan agradecidos! Teníamos la inquietud de lograr que se hiciera difusión de la naprotecnología en España y nos lo tomamos como una misión. Propusimos a la doctora Mena crear una página web y en septiembre la pusimos en línea. La web es
www.naprotec.es
Ha sido muy duro no tener hijos. Pero ha sido una gran experiencia entender que la fecundidad en el matrimonio no es sólo eso, y descubrirla ayudando a otros matrimonios, además de en el niño que estamos esperando.
La Napro es fantástica porque, a diferencia de otras alternativas, respeta el acto conyugal. Es un tratamiento para el matrimonio que estudia la infertilidad en pareja, busca una causa y trata de aportar una solución.
(Por Jordina Fabrés y Venancio Carrión, para es.aleteia.org)
Fuente: es.aleteia.org